En tiempos del #MeToo y del explotation de licencias como vía rápida para reventar la taquilla, la reaparición de Lara Croft no podía hacerse esperar. Mucho menos cuando el reboot de la franquicia en los videojuegos no ha hecho sino acaparar éxitos y reconocimientos. Con el juego de 2013 en mente, Square Enix y Warner Bros. se pusieron manos a la obra para darle una nueva vida a Tomb Raider y dejar definitivamente atrás la imagen de Angelina Jolie en aquellos dos films de inicios de los 2000. Y ahí entra la oscarizada Alicia Vikander, la encargada de dar a esta Lara Croft un aspecto más cercano e identificable por parte del público.
La intérprete llega a la cita que tiene con nosotros rebosante de energía y con ganas de diseccionar los puntos clave de una película con ganas de reivindicar.
Pregunta: ¿Pesa la responsabilidad de interpretar a un icono como Lara Croft o de suceder a una actriz como Angelina Jolie en el papel?
Respuesta: Es más la emoción que la responsabilidad. Fue un gran honor cuando me lo propusieron. Al día siguiente de haber aceptado pensé: «Dios, con la legión de fans que tiene el videojuego». Lo coges con un poco de respeto y confiando en que el resultado les guste. Por eso el equipo visitamos la compañía que desarrollad los videojuegos, queríamos encontrar la esencia del personaje y entender por qué sigue con la misma vigencia después de tantos años y tiene tantos seguidores. Hemos querido aportar cosas nuevas y frescas, insistiendo mucho en su lado humano. Creo que es algo que a la gente le gusta mucho, saber qué hay detrás de las personas que ve en pantalla.
P: Lara Croft no es ninguna damisela en apuros…
R: Por supuesto que no. En su día ya fue rompedor ver a Angelina Jolie en la primera Tomb Raider. Crecí viendo esas películas y creo que ambos personajes, el de Jolie y el mío, pueden coexistir perfectamente. Ambos pueden marcar una diferencia. Está muy bien que los jóvenes crezcan con imágenes así. Esta Lara Croft no necesita amor, ni que nadie vaya detrás de ella. Es una historia sobre los orígenes del personaje y nos cuenta su viaje personal. No es una superheroína, sino que representa una realidad más cercana. Es alguien que crece y madura, una chica normal que busca su camino y tiene que aprender a salir adelante… Te puedes identificar con el personaje. Como en el videojuego de 2013, esta Lara es más joven, más humana, más real y más aventurera.
P: Personajes como el de Lara rompen el tópico de que la acción no puede ser femenina.
R: Estudié ballet durante nueve años y admiro a las personas con trabajos físicos. ¿Lo físico es menos femenino? No. Me he sentido muy empoderada haciendo Tomb Raider. Si preguntas a la gente de hoy en día, a chicas y chicos jóvenes lo que les parece femenino o incluso sexy te darás cuenta de que es muy distinto a hace 20 años. Durante la preparación practiqué artes marciales y boxeo solo con mujeres, unas verdaderas profesionales y unas tías muy duras y estupendas que podían incluso con tíos enormes. Me parecía todo muy cool. Pero no podía seguirles el ritmo, y mira que lo intentaba.
P: Para preparar el personaje trabajaste con Magnus Lygdback, el mismo entrenador que trabajó, por ejemplo, con Ben Affleck para crear a su Batman o con Gal Gadot en Wonder Woman. ¿Cómo ha sido esta preparación antes y durante el rodaje?
R: Me hacía mucha ilusión trabajar con él, es compatriota mío y también había preparado a Alexander Skarsgård para La leyenda de Tarzán. La preparación fue enorme y durísima, porque mi personaje es muy físico, ya que al principio de la película vemos que trabaja como mensajera y recorre la ciudad en bicicleta, y después hace de todo, como saltar en mitad de una tormenta de un bombardero japonés. Soy pequeñita y quería hacer justicia al personaje, así que me fijé en los atletas y en los dobles que he conocido a lo largo de mi carrera. Gané seis kilos de músculo, tardé cuatro meses en cogerlos y es una lástima porque los he perdido en cuestión de semanas. El entrenamiento fue salvaje, pero lo disfruté muchísimo, es genial encontrarse personajes que te sacan de lo que eres capaz de hacer. Practiqué disciplinas como boxeo, natación y escalada, ya que iban a ser necesarias para determinadas escenas. He sido bailarina, así que estoy acostumbrada a trabajar desde el punto de vista físico. Pero esto era diferente, y quería saber si era capaz.
Me encanta el personaje porque no se parece nada a mí, pero estaba claro que hacía falta un gran esfuerzo para entrenarme y convertirme en Lara Croft. Fue interesante porque tenía curiosidad por las películas de acción y cómo los actores se preparan para ellas.
P: ¿Hubo alguna secuencia difícil de rodar?
R: Traté de rodar todas las secuencias siempre que pudiera, lo malo es que se tiene mucho miedo a lo que digan las compañías de seguros. Enseguida te sustituyen por un especialista, porque si me pasa algo, la película se va al garete. Fue todo bastante difícil. La primera vez me dio mucho miedo estar suspendida a 20 metros de altura por unos alambres muy finos, pero después de hacerlo una vez, solo quería hacerlo más veces. Fue una filmación un poco complicada, en un momento determinado estuvimos filmando varios días en un río. Pasé demasiado tiempo en el agua, me puse azul y casi me muero. Parece que éste es el precio que uno paga por su arte.
P: Actrices como Jessica Chastain han optado por no aceptar papeles que den una visión unidimensional o accesoria de la mujer, ¿compartes esa visión? ¿Qué buscas en un guion?
R: Soy feminista y soy muy consciente de ello, así que no cojo papeles de mujeres unidimensionales. Nunca lo haría. Hay algo interesante, y es cuando todo el mundo te dice eso de que tienes un papel «femenino fuerte», ¿qué quieren decir con eso? Es curioso porque nunca le dirían eso a un hombre. Yo he crecido viendo a Isabelle Huppert, que puede hacer que el papel más desagradable sea el más placentero de ver. Una mujer puede hablar dulce y puede no ser fuerte físicamente, pero eso no quiere decir que sea simple o estereotipada, y por eso la gente sigue diciendo lo de las «mujeres fuertes», pero yo estoy cansada de eso.
En este sentido, cuando leo un guion puedo imaginar qué es lo que va a sentir el espectador cuando vea la película terminada, puedo hacerme una idea de si el resultado final va a tener interés o no. Me gusta que se salga de lo habitual, que no caiga en clichés, y por supuesto que los personajes estén bien detallados. Huyo de los que están descritos con unas breves frases, del tipo es una inadaptada o es una luchadora y ya está.
P: Hollywood reconoce que faltan mujeres detrás de las cámaras…
R: Faltan mujeres guionistas y directoras en la industria. Sigue siendo excepcional ver una película protagonizada por una mujer. Sobre todo las de acción. No obstante, las cosas están cambiando poco a poco. Ahí están Los juegos del hambre o Wonder Woman, por ejemplo. Películas así están haciendo que el público comience a pensar diferente y favorecen que haya más oportunidades. Son pequeños pasos, pero soy optimista porque ambos filmes, además, han tenido éxito comercial. Ahí está el reto, hacer películas artísticamente interesantes y con buenos resultados de taquilla.
Por mi parte estoy con mi productora Vikarious. Uno de sus objetivos es hacer películas con protagonistas femeninas y directoras. Hemos rodado Euphoria, un drama sobre dos hermanas que protagonizo junto Eva Green y que dirige y escribe Lisa Langseth, que me había dirigido en Pure, una película sueca. Mi intención es cambiar la cultura. Además, me gustaría dirigir. Me voy formando, buscando esa historia que sienta que es para mí… Sí, no pasará mucho tiempo.
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