Hace un año No situó a Chile mundialmente en el panorama cinematográfico internacional. Este año es el turno de Gloria, un mensaje de alegría y fuerza que Sebastián Lelio dirige y Paulina García protagoniza. La actriz, con gran trayectoria de teatro en su país, tiene otro cometido en San Sebastián: es miembro del Jurado de este año. Durante su estancia en la ciudad, han hablado de esta modesta pero fuerte producción.

Foto: IÑAKI PARDO / FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

Pregunta: ¿Dónde crees que radica la fuerza de Gloria?
Paulina García: Creo que es porque no es pretenciosa. La película busca ser un canto a la vida y lo logra. Se para en un lugar íntimo y honesto, y cuando se logra eso, probablemente es como encontrar «la pepa del alma», como decimos en Chile, es decir, esa semilla primera del árbol, por eso pienso que la película tiene mucho que decir por muchos lados. Es además un texto diferente con el que las mujeres de sesenta reciben otra idea distinta del concepto que puede recibir una mujer incluso de cuarenta años, que esté soltera y vea Gloria y diga «guau, tengo veinte años menos y podría estar ahí como ella«. Creo que esa multidiversidad de conceptos es lo que hace fuerte a la película. No está solo en el guión, o en la dirección, en la actuación o en la cámara; se logró una unión que consiguió que la película tenga la proyección que tiene.

P: Paulina, como miembro del jurado este año, ¿Qué impresión tienes del festival?
PG: Pues completamente anonada. Me toca además un lugar de privilegio, estar en un ambiente fantástico, viendo actores y películas nuevas… Entre película y película probando «pintxos» maravillosos. Es estar como en el cielo. Además, me resulta impresionante ir a las nueve de la mañana a ver una película al Kursaal y ver a las 1700 personas sentadas. Yo lo hago porque es mi deber como jurado, claro, pero soy una persona muy mañanera, en Chile no lo haría en mi vida cotidiana, al igual que allí me sorprendería ver a tanta gente haciendo cola tan pronto. Pero este festival es diferente, porque hay más calma en la ciudad, a diferencia de otras ciudades.

P: Gloria cuenta con una protagonista mayor, algo no muy común en el cine, ¿cómo veis la situación actual de los personajes femeninos en el cine actual?
PG: Puede ser, ocurre lo mismo que en el teatro, que los protagonistas son hombres y las mujeres tienden a tener los roles trágicos; ahí están Medea, la Nora de Casa de muñecas, Lady Macbeth, Ofelia, etc. son trágicos u oscuros. Pero bueno, puede ser que algo está cambiando. Aunque lo que sí se ha cambiado en esto de clichés es que la tercera edad no es ya la tercera edad sino una etapa más de las que el hombre tiene; no es ya el otoño, sino un momento donde hay energía y se puede tomar un pulso fuerte, muy potente.

Sebastián Lelio: Gloria sería un personaje secundario de una película, como alguien que está al fondo que conecta un escena con otra, por eso lo que pasa aquí es que se le da la oportunidad de decirle «tú eres una película«. Es un gesto amoroso a un personaje olvidado que se pone de protagonista absoluto. Eso es lo que descoloca, porque tenemos una visión machista que sigue vigente.

P: ¿Cómo te gusta dirigir a los actores?
SL: Me interesan las zonas de intersección entre persona y personaje, los seres humanos que se ponen en la piel de alguien. Yo veo las películas como documentales de actores que interactúan, siempre utilizo mucha improvisación. Para poner al actor en esas situaciones, el guion es una guía del territorio que es la película, el cine es un misterio que ocurre en el rodaje, más que en la literatura.

P: Entonces, la escena del tiroteo, ¿también surgió de forma espontánea?
SL: Hombre, el guión estaba allí, se escribió para luego filmar lo que no se puede escribir, pero lo que hace avanzar la historia estaba escrito. El qué, pero no el cómo.

P: Ahora mismo, el cine chileno está viviendo un despertar…
SL: Es un momento de vitalidad y energía, se están haciendo muchas producciones, y esta explosión del último año es un proceso de crecimiento y aprendizaje de toda una generación que empezamos juntos. Además de momento nuevo, es diverso, con muchos matices interesantes.