Hemos escuchado sus diálogos en Palmeras en la nieve, El orfanato y Lo imposible. Ahora Sergio G. Sánchez dirige por primera vez uno de sus textos: El secreto de Marrowbone, del que hemos charlado con él.

P: Acumulas guiones como Lo imposible, El orfanato o Palmeras en la nieve ¿Cómo escribes este guión y quién decide que seas tú el que lo dirija?
R: La película nace por mi empeño y el de Belén Atienza de encontrar una película que yo pudiese hacer como dirigir, cuando la conocí trabajaba en Telecinco (era una de las productoras delegadas de El Orfanato) y se fue para montar su propia productora con Enrique López Lavigne y sabía que yo quería dirigir, por ello siempre buscábamos algo para mi, que tuviese el tamaño y la ambición adecuada. Intentamos demasiadas cosas y de repente surgió esta historia que escribí rápidamente y enseguida nos lanzamos a sacar adelante.

P: ¿Sabías desde el principio como iba a desenlazar todo o te dejaste llevar en la escritura?
R: Tenía el concepto de la historia y el tema de búsqueda del hogar donde nadie puede arrebatarte lo que más quieres, además de  como tus seres queridos configuran la clase de persona que eres tú y en base a esto me hice un esquema de personajes y me dijeron que me tirase a la piscina (porque suelo tardar mucho en hacer un guión), y escribiendo tres páginas al día llegamos a la primera versión que se pulió mucho hasta llegar a lo que conocéis vosotros. Curiosamente fue un proyecto que ha tardado poco en salir y me costó poco escribir.

P: ¿Cómo conseguisteis un reparto tan potente? Ana Taylor Joy y Charlie Heaton son estrellas emergentes.
R: Descartando las que son estrellas ahora. Tuve la suerte de contar con mucha libertad, además cuando llevamos el guión al mercado de Cannes, lo compraron cuarenta países y la financiación estaba armada prácticamente. La película podía hacerse de una forma limitada, seis personajes y pocas localizaciones y no me apetecía arriesgar a nivel de presupuesto. El mercado de las estrellas es difícil, hay algunas que pierden un papel por no tener suficientes seguidores de Instagram, así que creo que es mejor contar con actores que resulten frescos que no estén asociados a otras cosas y en el momento que Ana hizo el casting sólo se había estrenado La Bruja e iba a empezar a rodar Múltiple; por otro lado, Charlie había hecho As You Are y acababa de rodar Stranger Things. Yo creo que los cuatro van a tener carreras espectaculares y cuando mire atrás me daré cuenta de la suerte que tuve de trabajar con ellos.

Sergio G. Sánchez y George Mackay en un momento del rodaje

P: ¿Por qué ambientada en Estados Unidos la ruedas aquí en España?
R: Fue más un empeño, si la hubiésemos rodado en Canadá o ciertos estados de Estados Unidos como Louisiana, que tienen un incentivo fiscal, habría sido muy interesante para la producción; pero es una forma de defender nuestra industria y es importante saber convertir un paisaje en lo que tiene que haga falta. Es interesante demostrar que se pueden rodar películas de cualquier tipo en España y que aquí tenemos técnicos preparados como para traer rodajes de fuera. Si nos hubiésemos ido a rodar a Estados Unidos tendríamos que haber contratado técnicos de allí por el sistema de sindicatos y yo quería trabajar en mi tierra con mi gente.

P: ¿Se rodó en inglés para facilitar la distribución internacional?
R: Bueno, yo viví muchos años en Estados Unidos y me siento igual de cómodo en las dos lenguas, pero sí que es verdad que al sacar el proyecto al mercado nos dimos cuenta de que era más fácil moverla en inglés. En castellano hubiéramos tenido cinco semanas y en inglés diez.

P: Hablando ya de la película ¿Cuál es tu idea del terror y tu referente?
R: No tengo tan claro que sea una película de terror, es más bien una mezcla de géneros. El terror que me interesa no es el de los sobresaltos y el susto, más bien algo atmosférico y que eche raíces, que la película vuelva a tu cabeza. Mi película de terror favorita es La semilla del diablo donde todo pasa en off y se le da importancia a la construcción de planos, es una película que dura dos horas y veinte y cuando acaba no dejas de pensar en ella y al revisarla descubres muchos detalles que se habían pasado por alto la primera vez. Ese es el terror que me gusta y quería hacer una película que se pudiese ver dos veces: la primera como un cuento de misterio y la segunda, cuando ya sabes todos los secretos, poder seguir a los personajes sabiendo lo que pasa y haciendo que se transforme en otra cosa.

P: Respecto a la idea de la línea ¿Por qué dentro y no fuera?
R: Hay muchos elementos en la película que son simbólicos, el límite lo marcas tú y por eso me gustaba que estuviese al final de las escaleras porque implica un esfuerzo a partir del cual tú decides como cambia todo. Todos esos límites y fronteras de las que habla la película: infancia y madurez, lo real y lo imaginario, vida y muerte… me parecía una forma de cristalizar todo eso. Dentro porque todo pasa dentro de la casa y te ayuda más a contar el quiebro, la brecha puede aparecer en cualquier momento o lugar, además es algo improvisado y sencillo.

P: ¿Por qué crees que en el terror nos dan tanto miedo las casas abandonadas, los espejos, puertas…?
R: Las puertas juegan con la idea del umbral metafórico, el espejo demuestra que lo que más miedo nos da es la parte de nosotros que no conocemos ya que vivimos toda la vida sin vernos como lo hacen los demás y hay algo importante en esto de enfrentarte a ti mismo. En la pelicula está la idea de que tú sólo experimentas la vida desde tu propia cabeza y nadie puede asegurarte que lo que tú ves en tu cabeza sea algo real.