El problema está en que según las normas de la Academia de Hollywood, prohíben claramente cualquier tipo de comunicación a los votantes en la que se exhalten los méritos de un filme o un individuo. Tampoco permiten hacer menciones a reseñas sobre la película ni a los premios obtenidos por ella o alguno de los miembros del equipo. Normas, todas ellas, incumplidas por Spalding en la carta enviada a los académicos y en la que literalmente escribe: ««Si aún no ha visto Buried, pido respetuosamente que al menos lea el guión antes de votar los premios de la Academia para Mejor guión original. Aunque Buried puede que no termine siendo su primera opción, por favor considérela como cuarta o quinta«.
Este hecho, calificado de «un error honesto, estúpido» por la empresa de RRPP que trabaja con el guionista, puede hacer que Buried salga de la carrera por la estatuilla antes de tiempo.
La revista Entertainment Weekly, que fue quien dio la exclusiva el pasado 30 de diciembre (y en donde podemos leer el contenido de la carta), recuerda que el año pasado ocurrió algo similar con En tierra hostil (que luego se llevaría el Oscar a mejor película); aunque la penalización se limitó a vetar al productor Nicolas Chartier en la gala de recogida de los premios.
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