¡Ay, Mefisto! ¿Qué nos hiciste? La ingenua gente de Marvel pensaba que un matrimonio podía deshacerse con un simple chasquear de dedos. Pero ni siquiera Thanos tiene tal poder. Si fuera tan sencillo la mitad de los abogados no tendrían trabajo (por suerte Jen Walters no está especializada en este tipo de pleitos) y a la gente no le costaría tanto dar el «sí, quiero«.

 

La eliminación del bodorrio entre Mary Jane y Peter creaba una incongruencia catastrófica para la continuidad del personaje, puesto que el borrado de dicho episodio no se arreglaba con un «bueno, aquí no ha pasado nada«, sino que inevitablemente tendría repercusiones en el viaje posterior de los implicados que deberían ser atendidas. El fandom del cómic de superhéroes (sobre todo en las dos grandes, Marvel y DC) está muy malacostumbrado a que todo acto tenga consecuencias y su eco resuene incluso décadas más tarde, por más que los personajes tengan prohibido avanzar o envejecer. En este extraño equilibrio, un hito como un matrimonio no puede desaparecer así como así, la «coherencia» ha de mantenerse sobre todas las cosas -«no demos armas a los haters«, se dirían-, entrando en juego la magia de la retrocontinuidad. Un parche por aquí y otro por allá y, ahora sí, «bueno, aquí no ha pasado nada«.

 

Con Stracynzski fuera de la ecuación (ya tuvo bastante con hacer explotar la bomba en 2007), no fue otro sino Joe Quesada, editor Marvel por aquel entonces (hablamos de 2010), el encargado de coser las heridas abiertas, dar respuesta a todos los interrogantes surgidos a raíz de Un día más y cerrar en la medida de lo posible todo aquel asunto. Para ello propició un encuentro entre la ex-pareja a fin de que pusieran las cartas sobre la mesa y hablaran sobre lo que motivó su no-boda y posterior ruptura.

 

Quesada improvisó una terapia de pareja casera en la que MJ y Peter hablaban acerca de los acontecimientos que debían ser reescritos por el autor para dar coherencia y sentido al hecho discordante con la cronología de Spiderman hasta ese momento. De esta manera el relato se estructura en torno a una conversación en el momento presente y un puñado de flashbacks que van componiendo el puzle de la ruptura. A medida que recuerdan y ponen sus emociones frente a frente, como lectores «descubrimos» los ecos de la boda… y del mefistazo, que ahora pasa a suceder «en algún lugar, en algún momento».

 

 

Hay que reconocer fuertemente el oficio de Joe Quesada para llevar a cabo este doloroso relato. La lectura de Un momento en el tiempo nos invita a mirar hacia delante, a dar por cerrado un capítulo que se inició nada menos que en 1987, en el Annual #21 de The Amazing Spider-Man. Toda una vida para una generación entera de lectores. Consciente de ello, Quesada carga de emotividad «un momento en el tiempo» que se nos escapa de las manos según Peter y MJ hablan sobre él y aceptan seguir adelante con sus vidas. El guionista, muy bien acompañado por Paolo Rivera a los lápices, escribe una sentida despedida para la pareja y la prepara para un futuro cargado de posibilidades para ambos, dejándonos pues, un regusto agridulce a todos quienes vivimos con ellos todos estos años de aventuras.

 

El tomo recopilatorio de Panini Cómics (dentro de su colección Marvel Saga) incluye también cuatro capítulos de la cabecera Web of Spider-Man que forman un par de historias de complemento, que se encaminan en esa dirección de futuro, pero sin demasiada trascendencia. Y a esto debemos sumarle una estimable entrevista a Joe Quesada realizada por la web Comic Book Resources en la que ahonda en Un momento en el tiempo.

 

Cuando os sequéis las lagrimillas recordar que en el tiempo Marvel nada es eterno. Quién sabe si los caminos de MJ y Peter no volverán a juntar sus caminos.