«No lo entiende doc… Merece la pena«

En el último tomo de Marvel Deluxe dejamos a Tony Stark medio catatónico y siendo salvado por dos de las mujeres más fuertes de su vida (Pepper Potts y Maria Hill) y un Doctor Extraño reconvertido a psiquiatra del alma. Luego llegó Asedio y a nuestro protagonista le tocó volver a enfundarse el traje de Iron Man para luchar al lado de sus compañeros e intentar redimirse tras la espiral descendente que comenzó con la Guerra Civil y culminó con la siniestra época de Reinado Oscuro. Ahora, tras demostrarnos que los tiempos han cambiado con el tomo de los Vengadores de la Edad Heroica, a Tony le toca reinventarse en un mundo que le ha dejado sin prácticamente nada. Stark tiene que reconstruir su imperio desde cero y a nosotros nos toca sentarnos y disfrutar con el proceso.

Matt Fraction se ha dedicado desde que entró en la colección a desmontar pieza a pieza todo lo que dábamos por supuesto del hombre de hierro marvelita para poder luego construir un Iron Man nuevo, más moderno y adaptado a los tiempos que corren, en los que el universo cinematográfico de la editorial dicta las series que han de tener éxito y las que no. Así, un Iron Man en la cresta de la ola y líder mundial en seguridad no convenía, por lo que Fraction ha reducido a Stark a sus conceptos básicos para poder hacer que se concentre en lo que mejor se le da: inventar. En Stark Resiliente vemos a un Tony muy cercano al de la primera película, obsesionado por marcar una diferencia al distanciarse de la industria armamentística a la que tanto tiempo ha estado ligado y tratando de recuperar su fortuna a través de conceptos y tecnologías que sirvan para hacer la vida de la gente más fácil y cómoda.

«¿Y qué clase de empresa es Stark Resiliente?«

En este tomo vamos a ver a uno de los Tonys más motivados de la historia. Sin empresa, sin fortuna y sin crédito de cara al mundo Stark se ve libre de cualquier presión y vuelve a crecer ante nuestros ojos sin renunciar a todos los detalles de su personalidad que nos han hecho amarle y odiarle en igual medida. Stark Resiliente, su nueva empresa se asemeja mucho a lo que el personaje de Robert Downey Jr. ha ido intentando construir en las películas, pero con un toque de ciencia ficción que no era posible alcanzar en el celuloide que, sin embargo, lo hace aún más atractivo. A quién no le gustaría conducir un coche libre de la atadura de los combustibles fósiles pero sin renunciar a un ápice de su potencia y autonomía. ¿Y si ese concepto lo lleváramos a otros campos de la vida? Fraction se aprovecha de las viñetas para plantearnos un futuro quizás más cercano de lo que podamos pensar (particularmente genial es su visión de la guerra deslocalizada a través de miles de jugadores anónimos) y que puede ser a la vez genial y terrorífico.

El Invencible Iron Man #4: Stark Resiliente

Tampoco hay que olvidar que este cómic no rompe con todo lo anterior que le ha ido ocurriendo al Vengador dorado. Es hora en este cómic de que vuelvan a la carga algunos de los villanos que más daño han hecho a Iron Man en los últimos tiempos. La diferencia la marca ahora la propia manera en que Tony hace frente a estas amenazas. Sin un imperio que defender ni una imagen pública que mantener Iron Man se puede dedicar a su trabajo con libertad, aunque el ego de quien conduce la armadura vuelva a jugarle malas pasadas al protagonista de este álbum.

«Pepper Potts. Podría matarte por esto«

También vuelven en este cómic esas dos mujeres de las que hablaba antes. Profundamente afectadas por los sucesos que desembocaron en Stark Desmantelado, Maria Hill y Pepper Potts deben lidiar en este número con el hecho de que Tony no albergue ningún recuerdo de sus momentos de pasión previos a su caída y con todos los sacrificios que tuvieron que hacer para traer de vuelta a Iron Man desde el barro en el que él mismo se sumergió para impedir que Osborn se hiciera con todos los secretos que guardaba en su cabeza el otrora director de S.H.I.E.L.D.

El Invencible Iron Man #4: Stark Resiliente

De las dos, Maria Hill es la que más fácil tiene sobre ponerse al pasado. De vuelta a la primera línea por cortesía del restituido Steve Rogers, para una mujer de acción como Hill los arrebatos del pasado no causan daño más que durante un instante antes de que su mente práctica los aparte para centrarse en las necesidades de cada momento. Además, Hill tiene claro que éste no es el Tony con el que se acostó al borde de la destrucción de todo por lo que había luchado y, por tanto, actúa en consecuencia. Más difícil lo tiene una Pepper Potts que se acostumbró a su impuesto papel de heroína y luego vio cómo la necesidad se lo arrebataba para salvar la vida de su jefe en el último suspiro. La carrera que emprende Potts en este número la lleva a enfundarse una vez más el traje de Rescate con una felicidad que raya la de una adicta a las emociones que van asociadas a la armadura. El nuevo reactor que lleva incorporado en el pecho tendrá consecuencias a medio-largo plazo, tanto para ella como para Tony.

«Al menos no explotará de la misma manera«

Salvador Larroca sigue ilustrando los guiones de Fraction en este número y eso significa que volvemos a tener cameos de lo más curioso en las páginas de El Invencible Iron Man. Hasta tres personalidades españolas entran a formar parte de la vida del Vengador Dorado empezando por la mismísma Lola Herrera, que pasa a convertirse en la nueva secretaria de la naciente empresa y pasando a los incombustibles Santiago Segura y José Coronado, nuevos empleados / socios de Tony Stark en el negocio de los automóviles limpios.

El Invencible Iron Man #4: Stark Resiliente

En definitiva, en Marvel Deluxe: El Invencible Iron Man #4 asistimos al renacimiento de Iron Man, a su puesta a punto para la segunda década del siglo XXI y para todo lo que estaría por venir en los años posteriores. El Iron Man Superior que leemos hoy proviene directamente de las páginas que Fraction y Larroca prepararon con motivo de la Edad Heroica. Ya era hora de ver a Tony Stark levantarse después de tirarse los tres últimos números recibiendo palos. Ahora las cosas sólo pueden ir a mejor… ¿o no?