«Por eso os he elegido«

No se puede entender el momento de la Edad Heroica marvelita sin echar la vista atrás hacia los oscuros acontecimientos que la precedieron. Con Vengadores Desunidos Brian Michael Bendis dio el pistoletazo de salida a toda una época de tensiones que estallarían en la Guerra Civil superheroica de Mark Millar y en el Reinado Oscuro de Osborn que siguió a la Invasión Secreta por parte de los skrull. El punto álgido de toda esta serie de desgracias para los héroes de la Casa de las Ideas llegaría cuando el líder de H.A.M.M.E.R. decidiera declararle la guerra a Asgard en el crossover que se conocería como Asedio y que, por fin, lograría que hicieran las paces todas las partes en conflicto durante los últimos años.

Tras tanto fuego y tanta destrucción hacía falta abrir una nueva etapa con dos ingredientes esenciales. Por un lado debía tener un carácter más ligero para aliviar la tensión acumulada y hacer brillar de nuevo a los héroes en lo que mejor se les da y por el otro debía dar un rápido carpetazo a todo lo anterior para poder constituir una nueva puerta de entrada al siempre expansivo universo Marvel para toda una nueva cantera de lectores. Así, llega la Edad Heroica para ofrecernos nuevas y animadas aventuras con las que disfrutar en lugar de sufrir y a partir de las cuales se dejaba un poco de lado el peso de todo el pasado para centrarnos en la narración del presente y en la preparación de lo que estaba por venir.

«¿Qué clase de favor le pedirías a Ultrón?«

La transición entre etapas se produciría en Los Vengadores #0: Las Guerras Asgardianas (también en formato Deluxe de la mano de Panini). Una historia tan al margen de la realidad que escaparía de la misma para que los tres mayores Vengadores (Iron Man, Capitán América y Thor) pudieran hacer las paces y liderar de nuevo a los Héroes más Poderosos de la Tierra sin que la confianza de los lectores de siempre tuviera que ponerse a prueba. En esa breve colección de apenas cinco números Bendis se uniría al mítico Alan Davis para sentar las bases del período de reconstrucción que deberían encarar Thor y el resto de los asgardianos, pero dejando clara la renovación de la alianza del dios del Trueno con los humanos.

Los Vengadores #1: La Edad Heroica

Para el comienzo oficial de la colección se buscó unir a Bendis con otro dibujante icónico de la editorial y el elegido, no podía ser de otra manera, fue John Romita Jr. Los dibujos del artista que muchos conocéis por la saga Kick-Ass tienen la virtud de parecer desenfadados y luego llevarnos a la épica con gran facilidad. Su estilo único es todo lo que necesitaba el arquitecto de todo lo que suene actualmente a éxito en Marvel para construir dos sagas con las que jugaría con el tiempo y los elementos cósmicos de la historia de la editorial, los cuales se han revelado como especialmente importantes en la época que vivimos actualmente, deudora del desastre temporal que supuso Lobezno en La Era de Ultrón y en la que la mayor parte de los personajes de la editorial han levantado la vista al cielo con desigual suerte.

«¿Tienes problemas para mantenerte entero?«

Se agrupan, pues, dos grandes historias en este generoso tomo de más de 300 páginas. La primera recupera a un villano que habíamos visto no hace demasiado en el origen de los Jóvenes Vengadores. Kang el Conquistador llega en esta ocasión como heraldo de un futuro que debe de evitarse a toda costa si no se quería acabar con el tejido de la misma realidad (¿he de recordar de nuevo el crossover que da título a la última peli de Marvel?) Sólo un grupo selecto de Vengadores podrá evitar que colapsen las diferentes líneas temporales entre sí mientras que en el presente un recién reunido grupo de Vengadores hecho  de los retales de los diferentes grupos que operaron mientras la Ley de Registro estuvo vigente protege a un mundo bajo el asedio de todo un ejército de referencias al pasado más o menos reciente de la editorial.

Los Vengadores #1: La Edad Heroica

La segunda tiene una intención mucho más profunda y sirve para marcar el inicio de una nueva relación entre Tony Stark y Steve Rogers tras sus múltiples desavenencias. Lo que parece la gota que colma el vaso (la salida a la luz de los Illuminati) le sirve a Bendis para muchísimas cosas entre las que destacan el paso a primera línea de un personaje tan secundario como había sido hasta el momento Hulk Rojo y la toma de consciencia por parte del Capi de que no todo es blanco o negro en el cada vez más complejo universo Marvel. Todo esto como resultado de una historia algo más seria que la que abre el tomo, pero igualmente disfrutable desde el punto de vista del entretenimiento puro. Marvel necesitaba volver un poco a sus orígenes y Bendis lo logra recuperando parte del espíritu original de su supergrupo más importante y enfrentándolo de nuevo a enemigos palpables que se alejan de la destructiva etapa anterior. Algo así como lo que se pretende lograr con las Secret Wars, pero a mucha menor escala.