Y el quinto día… Alguien gritó ¡Tongo! Eso es lo que se oyó tras acabar el pase de Mon Roi. Dos rostros franceses ya vistos estos días por La Croissette, Emmanuelle Bercot y Vincent Cassel, se ponen a las órdenes de la también actriz Maiwenn. En esta historia de amor la directora y coguionista presenta dos frentes: un pasado que comienza con ilusión y acaba en el desguace y un presente donde la protagonista intenta recuperarse en todos los sentidos de la palabra. Los protagonistas asimilan muy bien el papel, sobre todo Bercot y sabe sujetar una historia que gira en torno a ella, hacia sus sentimientos, sus lamentos, sus desconsolaciones, inseguridades, etc. A Cassel nadie se le hace raro verle aquí (¿para cuándo un rol de buenazo para el galo?). La película funciona pero una sección oficial le queda grande. De ahí las palabras de indignación de algunos periodistas españoles… Siempre tan calmados nosotros.
En la Semana de la Crítica ha aparecido hoy un título bastante interesante: Degradé, cinta palestina asentada en plena Franja de Gaza. Pero el conflicto armado está de lejos, porque lo que vemos es una reunión de mujeres, trece concretamente, a quienes pilla una revuelta dentro de un salón de belleza. Cada una con una personalidad y en unas circunstancias diferente, enseñan sus inquietudes, su forma de ser y, lo que es más importante, la realidad que está viviendo su país. A través de sus diálogos emerge la política, la religión, el matrimonio y con ello los realizadores Tarzan y Arab Nasser forjan una reivindicación que proyectan en boca de las que tienen menos derechos en su país: ellas. Una apuesta interesante que acerca a la actualidad y pone voz a una sociedad más allá de las trifulcas entre pueblos.
Y llegó el momento de comprobar si lo que decían los compañeros era verdad o no. Y tenían razón. Gus Van Sant se ha pasado de la raya en eso de ser metafórico y se pierde en un bosque no sólo él, sino que encima hace el lío a Matthew McConaughey, Ken Watanabe y Naomi Watts. Normal la cara que tenía el cineasta en la Premiere por la noche. El director de Elephant se ha pasado de pretencioso con eso de poner símbolos en su supuesta fábula. Arthur (McConaughey) llega a un misterioso bosque prohibido en Japón y emprende una expedición hacia sus profundidades. Se ve que el hombre está en pleno duelo por algo, el metraje irá dando pistas… No podía haber premisa más sugerente, pero Gus se ha excedido en poner tanto detalle de cuento –la música por ejemplo es exagerada– que ha dejado a un lado el guion y el ritmo. Así que muchas señales bonitas y remembranzas a historias como Hansel y Gretel, Pulgarcito o hadas disfrazadas de personas mundanas no sacan a esto del fiasco. Qué lejos ha quedado el 2003 cuando recogió su Palma.
El día acababa con otra más a competición que ha provocado sensaciones contrarias, Lauder than bombs. La cinta era del danés Joaquim Trier, director de Oslo, 31 de agosto. A muchos fans de ésta les ha defraudado la nueva propuesta con elenco internacional: Isabelle Huppert y Gabriel Byrne son los padres de Jesse Eisenberg y Devin Druid. En esta familia hay una pérdida y cada uno de los integrantes lo superará de una manera. Trier pone el foco en el personaje de Druid, dejando claro lo dura –y también fría– que puede ser la adolescencia. Todos los actores se presentan de forma distante, como la fotografía y el estilo lo propone en todo momento. Aún así, es fácil que los sentimientos más puros y sinceros aparezcan, porque es complicado enfrentarse a la realidad, a los miedos, a madurar, a saber la verdad. Pese a haber momentos encorsetados hay imágenes y conversaciones rebosantes de belleza.
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