El Insurgente Iron Man #3

El Insurgente Iron Man #3: Un caótico mundo bajo Muerte

El Insurgente Iron Man #3«¿Esperas que crea que alguien explota la guerra con reticencias?«

 

¿Recordáis lo que dije de esta etapa de Iron Man en mi última reseña? Bueno, pues borradlo, porque así me permito volver a escribirlo palabra por palabra y me ahorro las seiscientas que suele ocupar cada uno de estos artículos… ¿Ya está? Perfecto. Pues resulta que Spencer Ackerman parece haber abandonado por completo su idea inicial para con la serie y ahora se limita a ir dando tumbos de aquí para allá con una cabecera y un personaje que no terminan de sentirse a gusto en ninguna de las situaciones en las que el guionista les pone. Sobre el papel, la serie sigue donde lo dejó Iron Man #2 (#164), con Tony jugando a dos bandas y tratando de montar una resistencia armada contra Muerte en la propia Latveria, pero ese plan pronto comienza de nuevo a dar bandazos en esta nueva entrega, sometiendo a los lectores a una sensación de caos que es muy difícil de digerir.

 

Este Insurgente Iron Man se dedica a tratar de jugar a dos bandas con un Hechicero Supremo que ha sido capaz de escupirle en la cara a Dormammu con la endeble promesa de un suministro de armas que Latveria nunca le ha pedido ni ha parecido necesitar. Ackerman se limita a dejar caer de cuando en cuando conceptos y frases provenientes del liberal mundo empresarial para que no nos olvidemos de cuál es su especialidad, pero las batallas de despachos no llegan a existir en una serie que depende en exceso de lo que han escrito otros autores anteriormente y de lo que Marvel está publicando a día de hoy en sus cabeceras más destacadas. Sólo el capítulo sobre los sindicatos y sobre la manera en que Tony Stark piensa que pueden resolverse los conflictos laborales arroja algo de frescura sobre un cómic que sólo parece querer apostar sobre seguro.

 

«… Muerte no será derrocado con inocencia«

 

Y es que hemos visto aventuras empresariales de Tony funcionar mejor (o peor) y estar mejor contadas mucho antes de que este guionista viniera a contarnos absolutamente nada. La etapa de Ackerman me está resultando algo mucho peor que mala (¿os acordáis de la terrible época de Dan Slott?), me está resultando anodina. De tal modo que a la Casa de las Ideas se le ha visto un poco el plumero a la hora de colocarla como una historia puente entre la época pre-Muerte y la que venga a continuación. Ahora entiendo mucho mejor que Panini haya relegado al Vengador Dorado a una colección trimestral que debe estar funcionando regular en las librerías, pero que la editorial (por respeto al personaje) no habrá querido dejar de publicar en nuestro país.

 

El Insurgente Iron Man #3

El Insurgente Iron Man #3 al menos nos ha dejado con esta espectacular ilustración de Guiu Vilanova

 

En fin, el cruce con Un Mundo Bajo Muerte termina con una horrible revelación: Nada ha cambiado, todo sigue igual para Tony a como estaba antes de que el dictador de Latveria se alzara como emperador supremos de la Tierra. No puede darme más pereza una colección que se limita a mantener la bola botando hasta que llegue un mejor jugador a hacer algo más creativo con ella. De hecho, ese jugador no va a ser otro que Joshua Williamson (mis esperanzas crecen tras su estupenda etapa con Flash), que retomará la cabecera de este personaje a partir de enero en Estados Unidos (ya veremos cuándo en España) tras la cancelación de la etapa de Ackerman, que se ha quedado en apenas diez entregas americanas del cómic.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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