«Todo el mundo sabe que has perdido el gusto por matar«

Hace unos números, la serie de Gerry Duggan se fue centrando en cada uno de los personajes que componen los Guardianes de la Galaxia para mostrarnos sus historias personales, sus motivaciones y lo que había sido de ellos desde que abandonaron la Tierra al finalizar Civil War II. Descubrimos el por qué de la reducción de tamaño de Groot, la razón de la aparente actitud pacifista de Drax y el destino de algunos de los Novas más notorios. Ahora, con un nuevo crossover sobre las Gemas del Infinito en el horizonte, el guionista recupera todas estas historias y las comienza a dar continuación para que los personajes lleguen al evento con el menor número de temas pendientes posible.

Comenzamos con el Destructor, que -al igual que el resto de sus compañeros- se ha infiltrado en el cuerpo Nova para tratar de descubrir cuántos de sus miembros son en realidad espías de la Hermandad de las Aves Rapaces. Ya vimos en el pasado que su actual filosofía se basa en un terrible error que le llevó a causar una matanza cuando pensaba que estaba liberando a unos esclavos. Ahora, enfrentado a un nuevo dilema sobre quién vive y quién debe morir, toma una decisión que puede ser clave para recuperar al Drax que tanto echamos de menos, aunque queda al final en el aire el tema de que parte del alma del personaje siga (como la de Gamora) presa en el interior de una de las Gemas.

«Te veré en el infierno«

Seguimos con un par de escenas (al final del primero de los dos capítulos de esta entrega y al principio del segundo) que siguen esclareciendo poco a poco qué es lo que ha ocurrido con el bueno de Groot. De cara a los protagonistas me refiero (nosotros ya lo vimos hace unos meses en un número que elevaba la complejidad de la trama a niveles Primigenios). Sin embargo, el flora colossi sólo es protagonista de un breve escarceo para que pueda haber espacio para la historia que actualmente mantiene ocupados a los Guardianes. En ella Cohete demuestra que no hay mejor policía que el ladrón reformado que ya se sabe los trucos de sus excompañeros de profesión. Su eficiencia capturando novas corruptos le lleva en este número a dar un golpe de mano genial que nos pone en la pista para el enfrentamiento que tiene que llegar necesariamente entre este renacido cuerpo y los guerreros fanáticos contra los que luchasen los Guardianes unos cuántos números más atrás.

Guardianes de la Galaxia #62

Duggan me recuerda por momentos a los mejores tiempos de Brian Michael Bendis con series como Imposible Patrulla-X. El guionista es capaz de contarnos una gran historia a la vez que dedica capítulos enteros a desarrollar a los personajes implicados en ella. Esto tiene por resultado un cómic mucho más profundo y rico de lo que otros muchos actuales pueden parecer. Llevamos ya casi un año desde que se diera el cambio en el timón de esta serie y ya no creo que queden muchos que echen de menos a su anterior narrador. Por otra parte, Marcus To se marca algunas ilustraciones verdaderamente magníficas para esta entrega (la que precede a estas líneas me tiene enamorado por su carga emocional). Guardianes de la Galaxia ha cambiado de estilo visual y narrativo, pero aún es la mejor serie espacial que se publica a día de hoy en los Estados Unidos.