«No pierdes amigos cuando pierden el conocimiento«

Patrulla-X Roja avanza con paso firme hacia la historia que quiere contar. En números anteriores hemos visto al grupo de Jean Grey apagando fuegos aquí y allá mientras tratan de comprender el peligro al que se enfrentan, en esta entrega finalmente comienzan a darse cuenta del mal que les acecha (aunque todavía no hayan descubierto quién está detrás de todo esto) y, por tanto, empiezan a tomar medidas al respecto al tiempo que dejan el equipo más o menos formado con los integrantes que vimos en aquel primer número del mes de junio.

Los Centinelas, una vez más (y al igual que en Patrulla-X Oro) vuelven a estar en el meollo del asunto, pero hay una gran diferencia en esta ocasión. Y no me refiero al tamaño (tanto los de esta colección como los de la de Marc Guggenheim se basan en los microscópicos nanitos), sino al modus operandi. Mientras que los que atacan a Kitty y los suyos se aglutinan en un único robot (Centinela 0101) con una inteligencia basada en el colectivo, los de Patrulla-X Roja son mucho más insidiosos, al instalarse en el cerebro de cualquier ser humano o mutante y lanzar desde ahí mensajes de odio y miedo hacia los homo superior.

«Nuestra nueva nación mutante empieza aquí«

Me gusta mucho lo que aquí plantea Tom Taylor. Ya hemos visto recientemente (en Liga de la Justicia y hasta cierto punto también en Patrulla-X Oro) que las redes sociales y la manipulación de la opinión pública son temas candentes entre los guionistas de cómics. Sin embargo, entre el arco argumental de Christopher Priest y éste me parece que no hay color. Lo que Taylor propone no se diferencia tanto de lo que ha ocurrido en la realidad y que ha llevado a que triunfen movimientos como el del Brexit o la autoinmolación estadounidense de votar al tito trompetas. Los ‘centinitas‘ de Cassandra Nova no generan nuevos pensamientos en el receptor, sino que potencian sus odios y sus miedos en torno a los mutantes para hacer que estos guíen las acciones del organismos hospedador.

Patrulla-X Roja #4

Me parece una idea estupenda la que aquí se expone. La de que las redes sociales (Twitter y Facebook sobre todo) potencian de algún modo muchos de los sentimientos que tenemos enterrados en el subconsciente. Nuestros miedos se ven incrementados a través de memes y bulos vertidos en la red y nuestra incapacidad para filtrar informaciones hace el resto. Sólo en el momento en que nos damos cuenta de la estratagema comenzamos a ser libres de su influjo y, aún así, resulta muy complicado. No por la falsedad de lo que leemos o por su polarización en caso de ser cierto, sino porque actúan a un nivel muy inconsciente, sobre algo que ya estaba ahí y nuestro cerebro se siente tentado siempre a aceptarlo, porque confirma nuestros miedos y nos da un grado de seguridad. Taylor está escribiendo una serie muy profunda recubierta con una fina capa de acción y mutantes. Mola.