«Siempre me han gustado las visitas«
Por fin tenemos oportunidad desde La Noche Americana de hablar sobre Planeta Manga. Planeta Cómic se lanzó el pasado mes de octubre a la aventura de editar una revista de cómic manga de creación nacional a un precio asequible y con una clara apuesta por los nuevos talentos por encima de los autores consagrados del escenario español. No era la primera vez que una editorial trataba de hacer algo parecido en nuestro país, pero sí que ha resultado ser el proyecto más serio y ambicioso al respecto de los que hemos visto hasta la fecha. Ahora, con el tercer número en nuestras recién reabiertas librerías, queda claro que hay voluntad de que esto llegue lejos y no se quede en una simple y corta aventura que recordar con cariño. Los lectores de la revista comienzan a tener sus series favoritas y Planeta actúa en consecuencia, con una maquetación muy inteligente, que bebe profusamente de las fuentes niponas en las que se inspira.
Y es que la Shonen Jump (y revistas similares) es el clarísimo punto de partida para este proyecto. Tanto por la temática (inicialmente más shonen, aunque rápidamente ha comenzado a diversificar con temáticas que van desde el seinen clásico hasta apuestas shojo, yuri y un largo etcétera), como por el formato de la revista, que recuerda enormemente a la japonesa e, incluso, por las encuestas de popularidad que nos encontramos al final de cada publicación y que a buen seguro Planeta utilizará para medir qué series colocar en qué parte de la publicación y qué otras ir relegando al olvido.
«¡¡Pero que se va a comer al pequeñín!!«
Se le pueden criticar a la editorial un par de temas, pero cada uno de ellos tiene un PERO con mayúsculas. Por un lado está la periodicidad: tres meses entre tomo y tomo son una burrada y da bastante tiempo a que nos olvidemos qué había pasado en la entrega anterior de series estrella como Gryphoon (de Luis Montes) o Alter Ego (de Ana C. Sánchez). Pero es que estamos hablando del trabajo de autores que son, en muchos casos, noveles y que, en su mayoría, compaginan esta publicación con otras ocupaciones. Planeta Manga ni es ni puede aspirar a ser (de momento y por mucho tiempo) un gigante como lo puede ser la revista de la editorial Shueisha, por lo que a sus colaboradores tampoco les podemos exigir el nivel de dedicación que sí existe en la casa de One Piece o Naruto. Por otra parte, nos encontramos con una selección inicial de autores que parece beber más del número de seguidores en Instagram de cada uno de ellos que de la calidad de sus obras. Pero lo cierto es que de algún sitio había que partir y, como ya he dicho, con el paso de los números las series que no funcionan van desapareciendo para dar paso a autores y publicaciones que nos prometen horas de diversión.
Es el caso, por ejemplo, de Backhome. La serie de Sergio Hernández y Toni Caballero que se estrena en esta entrega supone una declaración de intenciones por parte de Planeta, que nos ofrece una historia madura y muy trabajada, tanto en el guión como en el dibujo (muy recomendable también es la entrevista que les hace a ambos Umaru-chan al final de este número). Backhome es la colección que más me ha gustado de Planeta Manga #3, pero las publicaciones que llevan desde octubre (como la antes citada Gryphoon o Good Game!) también ruedan cada vez con mayor soltura y nos hacen pensar que la apuesta de Planeta no es sólo bonita y justa con los autores de nuestro país, sino muy inteligente, porque ha sabido ver el potencial de abrir una ventana al torrente de creatividad que estaba escondido tras los apodos y las arrobas de las cuentas en las redes sociales de los guionistas y dibujantes de esta revista.
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