Hacemos un repaso a lo que han dado de sí las dos primeras jornadas del Festival de Málaga.

Bienvenidos al sur. La cita del cine español ya lleva cuatro días de recorrido y son muchos rostros que se han vuelto a pasar por aquí. El festival, con sus secciones, su estilo y su gente da bastante a elegir. El cine patrio tiene su diversidad, así que he aquí un repaso de estas dos jornadas

Los fenómenos: En construcción con Lola Dueñas

Ver a Lola Dueñas inmersa en dramas sociales es algo que no pilla de sorpresa, ni tampoco choca verla en un entorno gallego con acento tan marcado (ahí está Mar adentro). Pero es que lo hace muy bien. Con el derrumbe de la burbuja inmobiliaria como trasfondo, Dueñas se echa a sus hombros toda la película igual que ladrillos carga su personaje, y así, acompañada por un reparto muy adecuado, construyen un bloque con su sudor, y fuerza. Bien que se ganan sus pagas estos obreros, tanto las de A como en B.

Amor en su punto: La comedia romántica directa al paladar

No es Reino Unido, esto es Irlanda, y aquí también saben hacer comedias románticas. Richard Coyle conoce a una bella Leonor Watling y juntos cocinan este romance entre fogones (y literal, porque la gastronomía española sale como secundaria). Lo que pasa es que el idilio se les ha quedado poco hecho. No obstante, esta comedia culinaria quita bien el hambre durante un rato.

El culo del mundo: La tele hecha documental

Cuesta ver a Andreu Buenafuente fuera de la caja tonta y sin hacer reír. Porque en Málaga se le ha visto en formato documental y enterneciendo. En esta época que la situación económica hace que la moda sea la positividad, el showman trae un proyecto muy personal que realizó cuando acabó su programa hace un año y medio en televisión.

Como si de refresco con chispa de la vida se tratara, este trabajo parte de una carta que un fan argentino escribió al periodista, y dio pie para embarcarse en esta aventura autobiográfica, entre curiosidades televisivas, humor, familia y amigos.

10.000 km: El amor sabe de distancias

El actor viene curtido del teatro y ella de superproducciones mastodónticas. Pero en la película del catalán Carlos Marques-Marcet parecen uno pese a la distancia que da título a la cinta. La tecnología es un aliado (o no) en las relaciones hoy en día, y de ellas se nutre el cineasta para ofrecer un romance diferente y convincente gracias a David Verdaguer y Natalia Tena.

Kamikaze: Bombas en la nieve

Un coctel explosivo es la trama que firma Álex Pina, y lo que resume a la vez lo que ha sido esta producción. En boca de su director, Kamikaze es un canto a la vida; y además, es un cúmulo de escenas y personajes dispares conviviendo en un hotel en plena nieve. Alex García se rodea de un popular elenco para dar vida a un hombre lleno de rencor y furia, al que unos risueños pasajeros de un avión le abrirán involuntariamente los ojos. Un cúmulo de sensaciones metidas en un mismo metraje.