«Un científico nunca da marcha atrás«
Últimamente Yermo no para de sorprenderme. Parece que, más allá de ser los reyes del cómic histórico en castellano, han ido ganando puestos para hacerse también con la corona del cómic europeo (franco-belga más en su mayor parte). En sus manos han caído pequeñas grandes joyas como los dos volúmenes de Cruzadas de los que hablábamos el otro día y son ellos los responsables de uno de los cómics que más he disfrutado de este agonizante 2015: Cutting Edge.
El título (traducible como ‘En el filo de la navaja’ o, mejor, adaptable a ‘la punta de lanza’) hace referencia a la élite de los mejores científicos, artistas, pensadores, profesionales de diversos campos… que son reunidos por una misteriosa y millonaria fundación con el objeto de someterles a una serie de doce pruebas (un dodecatlón) a través de las cuales demostrarán su valía aún a riesgo de sus vidas y su integridad.
«Este es un juego secreto y peligroso«
Confieso que la última referencia que tengo de un dodecatlón no es la de Hércules, sino la divertidísima obra de René Goscinny y Albert Uderzo que con tanto éxito se llevó a la pantalla en 1976. Y tener en mente Las Doce Pruebas de Astérix cuando uno abre por primera vez este libro lleva a quedarse con la boca abierta durante un buen rato. Cutting Edge se vale del mito de Hércules, sí, pero como base para una obra mucho más elaborada y compleja que atrapa al lector desde la primera viñeta ya hasta el punto y aparte de la última de sus casi cien páginas.
La historia, del italiano Francesco Dimitri (autor de diversas novelas de temática new weird y steampunk), nos presenta a un variopinto grupo de personajes que van desde la rica y famosa (con claras alusiones a Paris Hilton) hasta el retraído y serio sociólogo que prefiere observar a actuar. Los protagonistas, seleccionados y agrupados por Leviathan Corporation (la misteriosa fundación que os comentaba antes), deberán aprender a colaborar en una prueba iniciática que abarca todo el primer número de esta colección. Sin embargo, pronto comprobamos que cada personaje es una caja de secretos y que las pruebas van mucho más allá del simple juego intelectual. No adelantaré acontecimientos, pero el escritor rápidamente separa el grano de la paja y, por si nos quedaba alguna duda tras la presentación, queda claro que de esta sucesión de misterios y rompecabezas sólo puede emerger un vencedor.
«Ya no eres nada«
Es precisamente la complejidad de los personajes, más allá del interés que despierta la historia, el ingrediente que logra atraparnos. Underwood, el ‘protagonista’, va de menos a más y tan sólo necesita de una chispa para desplegar su potencial, Stella es mucho más que un culo en un vídeo colgado de internet, Delroy… Delroy es un misterio con patas. Un tipo que no llega a desvelar su especialidad en ningún momento, pero sobre el que es delicioso especular, se trata de un personaje que puede pasar desapercibido durante buena parte de la trama, pero que cuando hace verdadero acto de presencia logra que la mirada del lector se fije únicamente en él.
A cargo del dibujo nos encontramos con Mario Alberti, dibujante que ha colaborado con las grandes editoriales norteamericana y cuya web personal DEBÉIS visitar, que nos regala un dibujo delicado y elegante que mejora cuanta más luz tiene a su alcance y cuanto más fantástico es lo que tiene que representar. Cutting Edge también entra por los ojos, chavales. Uno de los cómics más interesantes de los que vais a encontrar en las librerías en lo que queda de año.
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