Skandalon: Mensajes vacíos

SkandalonJulie Maroh deja los amoríos de juventud para adentrarse en los arenosos terrenos de la fama, y el autodescubrimiento se convierte en autodestrucción. Skandalon es una historia de falsos ídolos, de un arte pervertido, de una bajada a los infiernos.

La autora francesa se propone hacer un análisis crítico de la cultura de masas, de la idiotización del público y los medios ante la aparición de personajes pretendidamente transgresores. Subraya mucho la importancia de la autenticidad del artista y critica a esos expertos que tratan de analizar desde una perspectiva sociológica y de forma muy aséptica el significado de las expresiones artísticas. Pero Maroh cae en su propia trampa al darle a su obra precisamente ese tono pretencioso e intelectual que pretende señalar. La autora misma se descubre en uno de los críticos que ahondan en la obra de Tazane (el protagonista) en un espacio televisivo. Con lo que ese discurso crítico acaba resultado totalmente vacuo y engañoso.

El libro se disfruta mucho más en los pasajes más oníricos, en los que el lector tiene que tomar una posición más activa, buscando el significado de las metáforas que se le plantean, o simplemente deleitándose con el arte de Julie Maroh y su narración carente de diálogos. Las imágenes tienen una gran fuerza y ayudan al lector a adentrárse en el mundo y la psique de Tazane.

Cuando nos olvidamos de estudiar la concepción del arte, el modo en que se ve, la influencia que puede tener en la gente… cuando Skandalon aparca sus pretensiones académicas y pone el foco en la historia de Tazane, un hombre perdido y alienado, que busca superar los límites que le imponen los demás (y los suyos propios) para intentar encontrarse a sí mismo, es cuando se descubre su esencia. La bajada a los infiernos del personaje es consciente y deliberada, pues solo así podrá saber quién es y renacer.. Y ahí radica la belleza de la historia. La parsimonia y el cruel desdén que muestra Tazane ante todo y todos (lo que le lleva a cometer auténticos crímenes… la ficción permite llegar a ciertos extremos injustificados) es, en realidad, un acto revolucionario por descubrir la propia identidad. Se trata de una lucha contra uno mismo.

Por ello, es una lástima que la artista francesa no decidiera llevar hasta sus últimas consecuencias el camino emprendido por su personaje y reculara en el último momento; ya fuera por conservadurismo o cobardía, esa falta de arrojo para rematar la historia pesa en el discurso de la autora y en la estimación de la obra.

Skandalon

De otra parte, si por algo merece la pena darle una oportunidad a Skandalon es por el trabajo a los lápices de la autora. Imprime una gran expresividad a sus personajes, especialmente a Tazane, su protagonista, y se permite arriesgary jugar en las secuencias oníricas o pesadillescas en contraposición al mundo real. El dibujo tiene un fuerte componente narrativo que hace innecesario el uso de diálogos de refuerzo.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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