Con una premisa tremendamente sencilla en la que una estrambótica raza alienígena, huyendo perennemente de su mortal enemigo, decide invadir la Tierra y hacer de ella su hogar, visto todo a través de los ojos de un estereotipado protagonista, «Oh»; santurrón inadaptado, exagerado optimista y con esas ganas de agradar que tiran para atrás a todos los suyos, DreamWorks, o concretamente Tim Johnson, su director, le da un simpático y certero comienzo a esta aventura animada tan «moradita y redondeada». Pero eso sí, si el espectador quiere disfrutar esta animación de verdad, haciéndolo rematadamente bien desde el principio y echándose todas las risas posibles con estos simpáticos extraterrestres, lo suyo es que vean antes un pequeño corto titulado Destino Home, donde además de descubrir las dimensiones de su desesperada situación, conocerán de primerísima mano a uno de los secundarios de mayor relevancia: al caótico, aprovechado y cara dura capitán Smek (a quien le pone voz Steve Martin). ¡Muy grande! Y divertidísimo este corto que está disponible en Youtube.

Pero volviendo a Home, hogar dulce hogar (basada en un libro infantil de Adam Rex), y más concretamente al momento en el que la raza Boov irrumpe en nuestro planeta y se deshace pacíficamente de los humanos (ejem… arrinconándolos en un apartado y requete ordenado lugar prefabricado; con chalets adosados ubicados junto a norias y demás artefactos de feria que, según los Boov, deben ser imprescindibles para la supervivencia humana), ahí es donde se puede decir que verdaderamente empieza la aventura y, sobre todo, el cachondeo. Porque otra cosa no, pero sentido del humor hay y es hilarante.

Oh (encarnado por la voz de Jim Parsons), el moradito casi octópodo y reciente fugitivo, en su accidentada huída se topará casualmente con nuestra segunda protagonista: la doble de Rhianna, perdón, Tip (con la voz de Rhianna y alguna que otra característica física, además de su misma procedencia y, según la propia cantante, ese mismo desparpajo), la única niña humana que accidentalmente no ha sido abducida y llevada a esa especie de reserva junto al resto. Ambos, lógicamente movidos por distintos intereses, nos transportarán a niños y a mayores a lo largo y ancho del globo, haciéndonos partícipes de todas sus peripecias mientras, ellos mismos, se irán descubriendo mutuamente.

Y el resto es ver y disfrutar. Pero eso sí, los más mayores, habrán de tener en cuenta que lo que Home les ofrecerá, así, a grandes rasgos, será poco más que entretenimiento puro y duro, lleno de clichés ya repetidos hasta la saciedad en películas de animación similares. Aparentemente poco más que eso. Aunque… rascando un poco la superficie, y dejando a un lado que sabremos perfectamente cómo acabará todo, e incluso cuándo llegarán los altos y los bajos de la historia, siempre tendrá su punto curioso que, precisamente por esa relación entre humana y alienígena, podamos ver a través de los ojos del extraño ni más ni menos que lo que viene a encerrar su título; todo lo que para un ser humano puede llegar a significar la palabra hogar: la importancia de la familia, la importancia de la amistad, e incluso la importancia de conservar a toda costa este pobre planeta que no tiene otra que aguantarnos.

Concluiré diciendo que vi Home en su versión doblada, pero en cuanto tenga la más mínima oportunidad, no dudo que lo haré en su versión original; estoy segura de que ganará muchos, muchísimos enteros, incluso teniendo en cuenta que ya tenemos a Rhianna en su banda sonora vergonzosamente hasta en la sopa.