Súper Empollonas

Súper empollonas: Descaro debutante

En su debut como directora, Olivia Wilde apuesta por una comedia teen sin complejos capaz de evocar a aquellos filmes de los 80 y 90 que marcaron el género (Aquel excitante curso o Movida del 76), pero sin renunciar a su identidad. La directora nos regala una propuesta sin complejos, que sabe divertirse, en la línea de títulos como Supersalidos o Project X. Y lo hace, además, a través de una mirada femenina y liberal, con corazón y compromiso, normalizando la diversidad de una generación que tiene mucho más que ofrecer de lo que muestran sus apariencias.

 

Beanie Feldstein y Kaitlyn Dever

 

La película, que tiene acotado su marco temporal en unas 24h, que van del último día de instituto a la graduación de la mañana siguiente (previa escala en la desatada fiesta de fin de curso) se presenta como un viaje de su pareja protagonista desde la pasional etapa adolescente al complejo mundo de los adultos, un viaje en el que deben redefinir su amistad y la forma en la que se ven ellas mismas. Wilde nos propone, en resumen, una historia de descubirimiento y aceptación personal. Nada más anodino si no fuera por el derroche de las dos actrices protagonistas: Kaitlyn Dever y Beanie Feldstein. Por sí solas ya justifican un filme que tiene en la dinámica entre ambas y el tono de comedia negra y descarada sus principales (que no únicas) virtudes.

 

Billie Lourd y Kaitlyn Dever

 

La directora sabe que lo importante son la historia y sus personajes, pero no descuida -en absoluto- la forma, que sigue la máxima de la película en cuanto a arriesgar y librarse de prejuicios. Así, no es raro ver atrevidos contrapicados que empoderan a sus protagonistas, planos ralentizados o secuencias que saltan a la animación. Reflejo del espíritu anarquista y experimental de la juventud protagonista. Ahí encaja de maravilla la selección musical y el trabajo del productor Dan the Automator (Gorillaz, Deltron 3030 o la «cinéfila» Got a Girl).

 

Mason Gooding y Beanie Feldstein

 

Olivia Wilde firma un debut sólido y descarado. La directora tiene discurso, hace ver que tiene mucho que decir y muestra un gran potencial que a buen seguro seguirá desarrollando en el futuro.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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