El amor es más fuerte que las bombas

El amor es más fuerte que las bombas: Un agotador caos

Define la Real Academia como «confusión y desorden» la palabra caos. Le sorprende a uno que cuando se busca esta palabra, no aparezca el nombre del director Joachim Trier o incluso una fotografía suya.

 

Jesse Eisenberg

 

El amor es más fuerte que las bombas se presenta como un drama familiar que nos muestra tres puntos de vista distintos (un padre y dos hijos) tras la muerte de la matriarca, quien resultaba ser una fotógrafa de éxito. Hasta aquí todo bien, parece una película triste pero puede ser interesante; el problema aparece cuando se empieza a contar la historia, ya que ni la propia cinta sabe por donde le viene el aire.

 

Todo es un indescifrable rompecabezas, un vaivén incoherente de secundarios de los que uno no entiende su existencia, todo resulta frívolo y gratuito; las acciones de los personajes rozan el ridículo en varias ocasiones (cierta escena con los orines de una adolescente). Hay que especificar que esto no se da desde el principio, ya que la película tiene un arranque muy acertado, pero en cierto punto el director introduce el recurso (viendo Reprise, 2006, parece ser muy habitual en su obra) de un rápido, largo, y en consecuencia agobiante, flashback narrado mediante voz en off que acaba mareando al espectador, puesto que es incapaz de enterarse de nada y acaba desconectando de la película y aburriéndose.

 

Gabriel Byrne y Amy Ryan

 

Si ya había ciertas secuencias, antes de dicho flashback, que chirriaban mucho; a partir de aquí todo se vuelve absurdo y monótono. No se entiende absolutamente nada, el montaje es desastroso (no se sabe ya ni en quién se quiere centrar la película), todo son escenas y escenas, en teoría, llenas de dramatismo que generan una gran indiferencia y con un deconcertante tono televisivo.

 

El punto fuerte de la película es el reparto, excepto por Jesse Eissenberg, no puede alguien creerse que ese chico esté casado y con hijos; y no por su interpretación (no es grandiosa, pero tampoco molesta) si no por su apariencia universitaria y su espantosa caracterización anuladora de toda credibilidad. El adolescente Devin Druid está impecable y hay mucho futuro en él.

 

Como comencé diciendo, la palabra caos es la que mejor define el film, ya que urge saber cual es la intención de este autor. ¿Qué quiere contar? y ¿por qué lo hace con esta ambigüedad y dispersión? El autor contemporáneo se olvida muchas veces de que está contando una historia para un espectador y no para él mismo.

Acerca de Alex Manzano

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Cine, arte y tebeos. Amarás el musical sobre todas las cosas. John Cameron Mitchel es mi dios. Si quieres encontrarme, busca en mi habitación. Si no, en cualquier rincón de Madrid.

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