Ana Oncina

Ana Oncina: «En el humor lo más complicado es el no ser directa, que la gente no acabe de entenderlo»

Irrumpió con fuerza en el panorama del cómic hace menos de un año con su entrañable Croqueta y Empanadilla, que ya cuenta con un libro, un especial navideño y un segundo volumen en preparación. Tras su paso por las últimas Jornadas del Cómic de la FNAC en Madrid hablamos con Ana Oncina sobre este y otros proyectos.

 

Ana Oncina

 

Pregunta: El primer libro llegó hace poco menos de un año y ya nos encontramos con este especial, ¿tenías ganas de reencontrarte con Croqueta y Empanadilla? ¿Tenías previsto sacar con tanta premura nuevas aventuras de los personajes?
Respuesta: No lo tenía previsto. Salió un poco porque el primer libro ha tenido muy buena acogida –de hecho va por la sexta edición– y claro, la editorial al ver que funcionaba bien me lo propuso. En verano me dijeron “que te parece si editamos un especial de navidad”, pensé que era una grandísima oportunidad y dije “sí, adelante”. Fue todo muy rápido, el primer libro salió en marzo salió y cuatro meses después me propusieron hacer el especial.

 

P: Con la perspectiva de estos 9-10 meses, ¿cómo valoras la experiencia con el primer libro?
R: Super positiva. Mi experiencia como novata, por decirlo de alguna manera porque acabo de empezar en este mundo es muy enriquecedora. Y no solo por la aceptación del público, también autores, editores, gente de dentro de este mundo, que te hace enriquecerte, aprender mucho y bueno, he descubierto un mundo que me encanta y que espero que no decaiga, que siga la aceptación y siga gustando. Croqueta y Empanadilla o lo que pueda hacer en un futuro.

 

P: Con este nuevo trabajo… ¿has seguido la misma línea que con el primer libro o has cambiado en algo el enfoque, la forma de trabajar…?
R: En cuanto a temática sí que sigo la línea, son historias cortitas, cotidianas y de pareja con las que la gente se puede sentir identificada. En cuanto a estética o la forma de trabajar el anterior era bicolor (naranjas y grises) y aquí es todo a color. Yo tenía mis dudas porque ya me había acostumbrado al bicolor, pero bueno, a la gente parece que le gusta un montón a color, que siga en color. Es más trabajo, pero por mi genial. A mí me encanta. Verlo a color me parece super bonito.

 

P: Siempre se dice que la comedia es el más género más difícil, porque el humor es algo muy personal. En tu caso el elemento cómico está muy presente. No sé si compartes esa afirmación, si hacer comedia es más complicado, o no.
R: Sí que a veces he descartado muchas historias porque considero que a lo mejor no son cómicas o la gente no las va a entender. Hay que tener un humor bastante amplio, que llegue directo a la gente, porque cada uno tenemos nuestro humor personal. Siempre he desechado muchas historias por esto. Pero también es cierto que al ser historias cortas me resulta más fácil. Ahora por ejemplo estaba planteando hacerme una novela gráfica y me está costando mucho más. Porque claro, no son historias cortas que tienes que plantear un guion cortito para cada una y unos bocetos. No es igual que hacer unos bocetos de una historia entera de no se cuantas hojas. Me parece mucho más complicado. Como siempre he trabajado el tema de humor, lo único más complicado es lo que te he dicho, el no ser directa, que la gente no acabe de entenderlo. Y creo que quizás eso es lo que tienes que trabajar más.

 

Croqueta y Empanadilla

 

P: ¿Te ha resultado complicado encontrar el tono narrativo adecuado al libro?
R: Como ya en el diseño los personajes son tan tiernos, tan monos, me sale que sea así, de ver siempre el lado bueno de las cosas, el lado bueno de la pareja, no se pueden pelear… pero sí es cierto que hay gente que me ha dicho quizás lo haría un poco más ácido. Esto yo también lo planteo y lo hemos hablado; pero son así, funciona así, ¿por qué vamos a cambiarlo? En realidad también hay muchos otros cómics que tocan el tema más ácido, más… otro rollo. A mí me sale así con ellos y creo que la gente también le gusta.

 

P: Ese humor blanco, ese tono tan tierno, tan cuqui, es algo que ya por la propia fisionomía de los personajes desde el principio está muy claro. ¿Es un tono que siempre ha sido muy pretendido por tu parte?
R: Sí, por mi parte sí. Pero bueno, no tiene porqué haber armonía en eso. Pueden ser unos personajes super monos y pueden ser super bestias. Pero sí, a mí me salieron así y también mi forma de trabajar es así y quizás en otros proyectos lo plantee de otra forma. Porque tampoco me gustaría encasillarme con Croqueta y Empanadilla. Me gustaría aprender más, avanzar más. Supongo que como todos los autores.

 

P: Uno de los aspectos que más se suele destacar de Croqueta y Empanadilla es el tema de la expresividad que tienen los personajes. A priori, con un trazo tan sencillo -al final son dos redondeles y dos puntos en la cara-, pero consiguen mucha presencia, son muy carismáticos.
R: Sí es verdad. Eso desde el principio me lo ha dicho la gente, que las expresiones las capto muy bien, que se muestra muy bien lo que siente en cada momento No era consciente de ello, pero sí es cierto que me lo han dicho mucho. Yo supongo que es porque también hay gente que me ha dicho que tengo influencia del manga, y puede ser porque ahora ya no leo prácticamente, pero tuve mi época que leía mogollón de manga y creo que se me han quedado expresiones y rasgos. Quizás, no sé si bien de ahí, pero gracias por decirme que sé captar bien eso.

 

P: No sé si hay algún relato al que le tengas especial cariño. Mi favorito no, porque al final el libro es un hijo, te gustan todos… pero siempre hay alguna parte o alguna viñeta…
R: … Me suelen gustar más los de Historias para no dormir, los que están en la cama son los que más me gustan. De los primeros, a la viñeta del bocado en el culo le tengo un especial cariño. La gente intenta buscarle explicación, “pero esto qué es, canibalismo, esto a qué viene” (risas). Y yo a ver, es autobiográfico, pero al fin y al cabo es una croqueta y una empanadilla.

 

P: Se empatiza mucho con los personajes, es un poco lo que dices, mucho de autobiográfico y sobre todo, tirar de lo cotidiano. Al final es lo que engancha, tirar de un lenguaje y unas situaciones muy comunes que a todos en mayor o menor medida nos puede haber pasado.
R: Intento que la gente lo lea y me hace mucha ilusión que me escriban y me digan “ay, parece que me estás espiando”. Llegar así a la gente es muy enriquecedor y es genial. Me encanta cuando me dicen eso. Poder llegar así tan profundo a la gente, si esto empezó como… esto no le va a interesar a nadie… pero mira, luego te das cuenta de que en realidad todos somos iguales, nos parecemos mucho en esas cosas. También es la forma de narrar, como lo haces. Yo como que no me lo acabo de creer, como empezó como una tontería, como una coña de la croqueta y la empanadilla y de repente ver que a la gente le gusta, se siente tan cercana a ellos es como un sueño.

 

P: Una tontería pero llevamos libro y medio, por así decirlo, y ya preparando el segundo.
R: Lo que no quiero es quemarlos. No quiero se una pesada todo el rato con Croqueta y Empanadilla. Que llevan un año y ya van dos. Con calma. Y que cuesta. Ese segundo me está costando mucho más. También porque tengo más trabajo y otros proyectos. Tampoco me gusta hacer las cosas deprisa y corriendo, me gusta tomarme mi tiempo, pensar bien las historias, no que salga ahí una chapuza, que luego a la gente no le va a gustar, no le va a llegar igual. Prefiero tranquilamente.

 

Croqueta y Empanadilla

 

P: Leí en su momento que existía la posibilidad de poder trasladarlos a la animación. ¿Cómo ha quedado esa idea? ¿Sigue adelante? ¿Se ha parado?
R: Esa idea… De proyecto de final de carrera hice un corto de ellos. Lo que pasa es que nunca lo llegué a subir. No me dio tiempo a acabarlo, estaba todo animado, pero con escenas sin pintar y lo entregué así. Terminé la carrera y ha sido un no parar, que si el cómic y otros proyectos, que si firmar por ahí… no he tenido tiempo. Y entonces se quedó un poco en nada porque no he tenido tiempo de hacerlo. Es cierto que me han comentado algo de poder hacer un corto de ellos. Pero bueno, está ahí. Estamos viéndolo y a ver como va. Ojalá. Por mí sería genial.

 

P: Quién sabe si en un tiempo los vemos compitiendo en la tele con Bob Esponja.
R: (Risas) Eso me daría un mogollón de miedo. Porque tendrían que inventarse cosas y no sé. Me da miedo. Prefiero a lo mejor un cortito en plan gracioso de una historia que ya esté hecha que si se hace una super serie… Es correr mucho.

 

P: Sobre todo entiendo que ahí pierdes un poco el control de…
R: … Claro, es que pierdes todo el control. A lo mejor puedes supervisarlo, pero ya es completamente libre. Los personajes como que ya no son tuyos. Eso es lo que veo yo. Y que me da un poco de vértigo eso. Yo quiero que vaya poco a poco porque acabamos de empezar.

 

P: ¿Cómo planteas cada historia? ¿Cómo es el proceso de trabajo?
R: Normalmente se me ocurren sin más. A lo mejor voy por la calle, o estoy con mis amigos, cualquier momento, y tengo que coger la libreta y apuntármelo, hacer bocetitos… Y nada, cuando llego a casa lo planteo, hago las viñetas a lápiz, entinto también a mano. Luego las escaneo, las pinto con photoshop y le doy el acabado final.

 

P: Vas con la libreta…
R: (Risas) Siempre. Sí, porque se me ocurre cualquier cosa. Hay gente que lleva el móvil y se lo apunta. Pero yo me he acostumbrado a llevar la libreta y bien.

 

P: Para ir acabando, en estos últimos años parece que las autoras de cómic están teniendo más visibilidad, pero me da la impresión de que su participación sigue siendo algo muy residual, no tiene la misma importancia ni visibilidad que los hombres. No sé cómo lo ves. ¿Cómo puede mejorar? ¿Qué habría que cambiar, por así decirlo, para que realmente deje de ser noticia que una mujer hiciera un cómic y fuera la norma?
R: Ha llegado un momento en que, como dices, se empieza a ver mujeres mucho más en el cómic. También creo que la mujer empieza a leer mucho más el cómic y quizás por eso las autoras que hacemos historias más cotidianas –cada una en su rollo– llegamos más a la gente. Por ejemplo, con Croqueta y Empanadilla casi todos los que vienen a las firmas son parejas, pero si tiene que venir alguien solo suelen ser chicas. Yo creo que es la forma de como te lo cuenta. Como te lo cuenta una mujer es mucho más cercano. Quizás para ellas, que se puedan sentir identificadas. Y en cuanto al tema de que esté tan escondido, no lo sé. Si que hay mucha polémica, yo estoy metida en la Asociación de Autoras de Cómic y están luchando por eso, reivindicando el papel de la mujer. Pero yo acabo de empezar y no veo distinción entre hombres y mujeres. Dentro de mi editorial y de otras. Por ejemplo, me junté en Getxo con los autores de Astiberri, y noto a todo el mundo por igual. Hay más autores, es obvio, pero también es cierto que llevan más años. Autores nuevos veo que ahora están surgiendo tanto mujeres como hombres. Quizás incluso más mujeres.

 

P: Se me ocurre por ejemplo el nombre de Emma Ríos, que ha estado trabajando en Marvel y ahora ha publicado su último trabajo con Astiberri…
R: … Sí. La conocí en Getxo y es majísima. Y es genial. El cómic [Bella Muerte] ya me había llamado la atención, pero aparte vi una exposición de originales impresionantes. Había unos de Spider-Man que dije “¡Ostras, qué pasada! Parece que a lo mejor ahora que se la conoce más… También es cierto que el mundo de Marvel es bastante impersonal porque todos dibujan lo mismo, son encargos. En realidad su personaje no es Spider-Man, el personaje de Spider-Man es de 800 tíos y 800 tías. Es otro mundo. A lo mejor ahora con su obra más personal llega más a la gente.

 

P: ¿Y te ves trabajando por encargo?
R: Por qué no. Yo supongo que sí, ahora he estado con un libro de ilustración, que no es lo mismo porque a mí el rollo así infantil no me cuesta mucho, me gusta. Pero sí, es una posibilidad. Muchos autores trabajan con guionista, por ejemplo. A mí me encantaría, hay guionistas muy buenos. Por ejemplo David Rubín ha trabajado con guionista alguna vez y con trabajos buenísimos. De autor-guionista, si es una opción que contemplo en un futuro. Sí.

 

Fotos e ilustración: Ana Oncina

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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