«Que Gotham y Dios me perdonen«
Un momento. ¿Qué hace Batgirl en la portada del número siete de Batman? ¿Dónde está el alter ego de Bruce Wayne? ECC, conocedora de que el mercado español no se puede ni comparar con el norteamericano en lo referente a la venta de cómics, ha tomado una decisión que puede que no contente a los más fanáticos del hombre murciélago, pero que está plenamente justificada y que puede reportarles alguna sorpresa agradable (y seguramente calculada)
¿Qué han hecho? Básicamente han juntado todas las piezas del gran crossover gothamita que ha venido en llamarse La Noche de los Búhos y las han reunido bajo la cabecera de Batman, «extirpándolas» de sus respectivas colecciones. El resultado es que la configuración de los cómics de noviembre, diciembre y enero queda como os paso a detallar enseguida:
Batman nº 7: Batgirl nº 9, Batman y Robin nº 9 y Batwing nº 9.
Batman nº 8: Aves de Presa nº 9, Nightwing nº 9 y Detective Comics nº 9.
Batman nº 9: Capucha Roja y los Forajidos nº 9, Batman nº 9 y El Caballero Oscuro nº 9.
«Un hombre que ha ordenado tantas decapitaciones como para poner celosa a la guillotina…«
La estructura de estos tres números es muy similar (y hasta repetitiva). Cada capítulo se limita a una batalla entre el protagonista de la serie que toque contra una Garra de la que, por supuesto, se nos contará una trágica historia. Este es, quizás, el mayor problema de estos números. Al estar pensados para llegar a los lectores de hasta diez colecciones distintas (aún queda por hablar de Catwoman), si no se entra en el juego la historia se nos puede antojar como una especie de disco rallado. Dicho esto, una vez aceptada la premisa inicial, nos encontramos con una historia enfocada desde una gran cantidad de puntos de vista, lo cual nos dota de una gran perspectiva y nos ayuda a ver cómo va a afectar esta batalla a las gentes de Gotham.
Otra manera de ver estos cómics es como un estupendo catálogo de las distintas colecciones satélite a la de Batman. Leerse estos tres números supone entrar en contacto con todas ellas y el ejercicio puede suponernos una tentación enorme de saber más de personajes como Jason Todd, Damian Wayne… Pero vayamos por partes: El número 7 de Batman nos presenta a Batgirl luchando por salvar a su padre de una Garra poco motivada, a Batwing ejerciendo de Shaft (sólo le falta rapear para tocar todos los estereotipos negros) y a un sensacional Damian Wayne. El nuevo Robin, fruto de la relación entre Bruce Wayne y Talia Al’Ghul, es un chavalín escalofriante que me recuerda mucho a la Hit Girl de Mark Millar. Verle cortar cabezas y dirigir a un escuadrón militar es tan bizarro que uno no puede evitar sentirse atraído.
«Que Gotham solvente sus problemas ahí fuera«
Del octavo tomo me cuesta decidirme entre Nightwing (que termina aquí, más o menos, la saga que se inició en su propia colección) y el noveno número de Detective Comics (Aves de Presa es… insulso, por llamarlo de alguna manera) Probablemente la historia que se nos cuenta en la segunda cabecera de Batman sea la más interesante (una «revuelta» en el asilo Arkham con un cada vez más inquietante Jeremiah Arkham tomando enfermizas decisiones), pero el hecho de plantarnos en las narices el noveno número de una colección que ECC dejó parada en la cuarta entrega (¿os acordáis del muñequero?) puede resultar entre confuso e irritante. Dick Grayson, por su parte, no decepciona y nos demuestra que siempre ha sido uno de los más aventajados alumnos del Caballero Oscuro. En él se adivinan muchos de los comportamientos de su mentor, con la ventaja de no estar atado a su pasado, como sí lo está Wayne.
«Los murciélagos se habían limitado a ocultarse en lugares más profundos de las cuevas«
El número 9 de Batman es el mejor de estos tres. Es un hecho. Comienza con un capítulo protagonizado por Capucha Roja que me ha resultado refrescante en más de un sentido. La mala leche que gasta Jason Todd y su complejo pasado (muerto a manos del Joker, devuelto a la vida en Crisis Infinita…) hacen que me arrepienta de no haberle echado el guante a Capucha Roja y los Forajidos (que también edita ECC). Este número también trae de vuelta a la colección central de Batman, esa que acabó hace meses con el justiciero embutido en una aparatosa armadura y luchando por su vida en la Bat-cueva (un momento, ¿no le habíamos visto en el asilo Arkham en el número anterior?). Fallos en la continuidad aparte, este capítulo nos permite saborear los talentos del equipo Batman / Alfred y devuelve a escena a Lincoln March, aunque sólo sea para cargar a Wayne con más peso sobre sus ya cargados hombros. ¿Qué más? El número de enero de Batman cierra con la batalla del capítulo anterior vista desde los ojos de una Garra muy particular, Alton Carver, con un pasado terrible. Es el número nueve de El Caballero Oscuro (continuación directa de Terrores Nocturnos) y en él David Finch vuelve a enamorarnos con su estilo de dibujo.
En fin, tres números de Batman que dejan La Noche de los Búhos muy cerca de su conclusión y que vienen acompañados de un buen puñado de portadas (por desgracia faltan algunas de las alternativas) y un par de interesantes artículos de David Fernández: Trabajo en Equipo (sobre las virtudes de Scott Snyder como director de orquesta en esta noche interminable) y Desafiando al Destino (acerca del pasado de Gotham y cómo los distintos autores han aprovechado este crossover para redefinirlo)
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