Gigantes es una de las series del momento, sus seis primeros episodios ya están disponibles en Movistar+ y su segunda temporada ya está rodada. El pasado Festival de San Sebastián, Enrique Urbizu presentaba su ficción televisiva y nosotros pudimos hablar con dos de los actores principales. Esto nos contaron…
Pregunta: Movistar+ está cogiendo muchísima fuerza y ha creado una forma de crear y distribuir ficción muy importante para la industria española, ¿cómo ha sido trabajar para ellos?
Daniel Grao: Aunque no notamos la forma en la que se va a ver en casa mientras rodamos, uno se da cuenta de que todo es diferente porque se filma de forma que sólo se ha visto en cines, con un director que elige a su reparto libremente y que hace la serie que quiere hacer. La libertad creativa es lo que marca la diferencia y eso te facilita hacer personajes diferentes o a contar una historia distinta que recuerda más a un western con diálogos propios del cine negro, antes que a una serie naturalista vista mil veces.
Sofía Oria: Es impresionante estar ahí dentro, es otro rollo; siempre sabíamos que era algo muy grande y que, por eso, teníamos todo a nuestro alcance.
P: Hablando ya de vuestros personajes, ¿son malvados o se adaptan a unas circunstancias?
DG: Creo que no hay que juzgar nunca a un personaje, simplemente entender que le lleva a comportarse como se comporta y que hay detrás de eso. Son personajes tan radicales y crueles que creo que hay que llegar a ellos a través de la empatía, siempre habrá algo en lo que te veas reflejado, aunque a priori parece que no. Todo el mundo tiene un lado oscuro y un deseo de acabar con el contrario, pero no nos atrevemos a imaginar que forman parte de nosotros. Hay moralidad en nuestro trabajo y es lo que nos permite meternos en la piel de cualquier personaje y si no es desde la realidad, siempre puede hacerse desde la imaginación.
SO: Mi personaje no se adapta a nada, es lo que es porque quiere serlo. Todo lo que hablaba Dani de las fantasías ella no lo esconde: es libre, hace lo que quiere y como quiere. La envuelve una oscuridad que no está dentro y eso es lo que engancha a la gente.
DG: Nos permitimos crear esta familia, compartir ese veneno, pero siempre entendiendo de donde venían.
P: Es algo que estaba en su anterior película, ¿habéis sentido que este era un paso más en su trabajo?
DG: Son dos obras que tienen mucho paralelismo, yo veo que aquí llega más allá porque podemos jugar a esa hiperbolización de la maldad en un mundo «imaginario». Todo existe: corrupción, crimen… pero le pone una lente de aumento y lo agiganta y convierte en algo irreal y fantasmagórico.
P: ¿Cómo es Urbizu dirigiendo actores? Parece una persona muy seria y exigente.
SO: Que va, es muy tierno, un apoyo constante. Sabe lo que tienes que hacer y sabe lo que tú tienes dentro y él te ayuda a sacarlo y orientarlo; él tiene una idea y te la puede trasmitir con sólo una mirada. Yo he hecho pocas cosas y he sentido cero presión.
DG: Ama a sus actores y hay mucha complicidad. La aparente seriedad tiene que ver con la aplastante seguridad que tiene con la obra, él sabe como es la secuencia, la serie, sus personajes… y no hay diálogo posible. Su dirección a veces se basa en una nota pero siempre muy precisa. Lo mejor que le puede pasar a un actor es que le dirija Enrique Urbizu.
P: Pero al ser una serie ¿no tuvisteis que ir más rápido?
DG: Sí, pero Enrique tiene tan claro como va a ser todo que es mucho más fácil. Una cosa que pasa mucho es que se rueda una misma escena de muchas formas «para ver que queda mejor», Urbizu no deja posibilidad al montador y sólo quiere dos tomas buenas de cada plano. Parece mentira porque la serie es muy compleja a nivel fílmico pero el ir tan preparado es lo que hace que no haya esa sensación de prisa.
P: ¿Por qué el mundo del arte asocia la idea de mafia a la idea de familia?
SO: Es por la idea de la sangre, la familia es alguien en quien siempre puedes confiar aunque luego, si es necesario, los matarás. Además todo se hereda y la ideología que hay detrás de una mafia no es algo adoctrinable, por ello es difícil encontrar un socio ajeno a esa sociedad gangster.
DG: La sociedad es la gran familia compuesta por pequeñas familias, claro. Una discusión familiar es igual que una guerra entre países, pero una sucede en un micromundo y otra en el macromundo, pero hablamos siempre de una idea que quiere pisar a la otra.
P: ¿Urbizu os hizo ver alguna película, serie o leer alguna novela que le había inspirado a él?
DG: No como deberes, pero siempre sugiere cosas, a mi me habló de la serie Roma y, como él es una enciclopedia andante, no para de citar películas, series, secuencias, planos étc…
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