Después de poder disfrutar de la etapa más reciente de la Diablesa con espada guionizada por Amy Chu (e ilustrada por el español Carlos Gómez) es una gozada poder disfrutar de sus primeras aventuras, aquellas previas al intercambio de cromos editorial que terminaría dando paso a la «separación» de Red Sonja y Conan el cimmerio, aquellas salidas de la imaginación de Roy Thomas.
Lo que Planeta Cómics nos propone es un ejercicio de arqueología comiquera recuperando los primeros números de la cabecera Marvel Feature publicados entre 1975 y 1976. Es decir, nos situamos antes incluso de la aparición del número #1 de Red Sona, aparecido en enero de 1977. Si nos ponemos muy puntillosos con cuestiones completistas podríamos reclamar las apariciones previas del personaje en Conan el bárbaro (1973), pero que se reedite un material como el que nos presenta Planeta ya es motivo de celebración.
El volumen incluye, adenás de los siete primeros números de Marvel Feature (con sus correspondientes portadas), un completísimo artículo a modo de prólogo de Roy Thomas donde analiza el proceso de creación y gestación de la guerrera de Hyrkania tomando como fuente primigenia los relatos de Robert E. Howard.
Es evidente que el material incluido aquí, con su característico corte clásico, quizás le resulte lejano a los lectores menos experimentados, debido a su narración excesivamente literaria y redundante en cuanto al trabajo de dibujo. En este tipo de obras, el arte (en este caso de autores como Esteban Maroto o Frank Thorne) tenía más una función de apoyo. estaba supeditada al texto, de ahí que lo recomendable (para que la experiencia se haga más amena) es la de afrontar la lectura como si de una novela ilustrada se tratara, atendiendo primero al texto y luego disfrutando de su formidable apartado visual.
La colección, que constará de tres volúmenes, es una excelente oportunidad para descubrir la historia de uno de los personajes capitales del cómic de espada y brujería, y en un momento en el que se pretende reivindicar a las heroínas en la ficción su publicación no puede ser oportuna.
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