Björn Runge: «En el cine de los países nórdicos sólo hablamos de nosotros de forma sórdida y no hay ninguna universalidad en nuestros temas»

Quien iba a decirle al director Björn Runge, que sólo había hecho pequeños trabajos en su país natal, que su primer trabajo en inglés tendría a Glenn Close y Jonathan Pryce como protagonistas y que en Estados Unidos sería adquirida por Sony Pictures Classics, que guardaría la película para hacer campaña en los Oscar de este año. La buena esposa clausuró la 65 edición del Festival de San Sebastián y ya ha pasado por los cines españoles. En el certamen vasco pudimos hablar con su director sobre trabajar con estrellas, rodar fuera de Suecia o el impacto de un premio.

 

 

Pregunta: ¿Ha sido importante para ti conseguir a dos actores como Glenn Close y Jonathan Pryce para su primera producción fuera de Suecia?
Respuesta: La verdad es que sí, sobretodo porque ellos se interesaron mucho al leer el guión porque sabían que eran personajes ideales para ellos. Además, ten en cuenta que son muy veteranos y eso hace que el rodaje sea un lugar donde se sigue trabajando y se intenta llegar más allá de lo que tiene el papel.

 

P: ¿Has notado mucho la diferencia de rodar en Suecia a Reino Unido?
R: Sí, principalmente por los actores que están mucho más preparados que en mi país. Además, no había recortes de producción por lo que pude filmar todo lo que quería y recortar lo que hiciese falta en postproducción, algo inviable en Suecia, donde sólo se busca ahorrar dinero y hacer todo lo más rápido posible. También es un alivio ampliar miras, cuando ves cine de los países nórdicos sólo hablamos de nosotros de forma sórdida y no hay ninguna universalidad en nuestros temas. Otro tema son los actores, creo que en Suecia hay buenos directores pero pésimos actores y, un buen ejemplo es Ruben Östlund que contó con Elisabeth Moss y Dominic West y acabó ganando la Palma de Oro.

 

 

P: ¿Por qué esa obsesión con el plano medio a la altura de los ojos? Recuerda mucho a la Nouvelle Vague
R: En lo que más le insistí al director de fotografía es en que iluminase a Glenn Close con una luz suave porque así conseguía saber lo que pensaba el personaje. El primer acto de la película habla de la fase de negación de su personaje, siendo Joe el centro de todo y eso quise reflejarlo desde la luz y la forma de encuadrar.

 

P: Aunque fuera de concurso, es interesante que presentes una película sobre como un premio puede cambiar a un artista en un festival de cine. ¿Crees que puede un galardón afectar emocionalmente?
R: Tiene que ser muy difícil asumir una distinción como el premio Nobel. Los grandes premios generan sombras y, de hecho, a muchos actores les ha venido mejor estar nominados varias veces al Oscar y no ganar ninguna, como a nuestra protagonista Glenn Close.

 

P: Todo el protocolo alrededor de los Premios Nobel que se ve en la película, ¿está documentado? ¿Llega al límite de ser despertado en mitad de la noche con una bandeja de pastelitos?
R: Sí, era algo frecuente, de hecho este concepto lo sacamos de una fotografía de archivo, aunque es algo que ya está bastante obsoleto porque antes la fecha de entrega coincidía con Santa Lucía y era la excusa ideal.

Acerca de Alex Manzano

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Cine, arte y tebeos. Amarás el musical sobre todas las cosas. John Cameron Mitchel es mi dios. Si quieres encontrarme, busca en mi habitación. Si no, en cualquier rincón de Madrid.

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