Hamlet

Clásicos manga. Hamlet: Adaptación soberbia

HamletSeré sincero, el nuevo trabajo de Crystal S. Chan publicado por Norma Editorial se me ha atragantado. Su acercamiento a Romeo y Julieta me resultó de lo más estimable, sobre todo en su función de acercar la mitificada obra de William Shakespeare a un formato y un público quizás poco interesado -de primeras- en la figura del dramaturgo inglés. Y loable fue el esfuerzo realizado por Julien Choy para trasladar sus engoladas metáforas. Quizás pequé de cierta condescendencia que no he sido capaz de mantener aquí, también porque Hamlet no se presta a tantas florituras y desde el comienzo su tono resulta más dramático y denso.

 

Dos son los problemas que he tenido con esta adaptación de la obra. Uno de actitud, sumamente subjetivo; y otro más peliagudo referente a la narrativa. Este es bastante problemático porque impide un disfrute pleno del cómic. ¿En qué sentido? En que no se entiende. Desde las primeras páginas notamos ciertos problemas respecto a la planificación de viñetas y escenas que hace que en ocasiones cueste situar a los personajes en el escenario o que el paso de una viñeta a la siguiente sea confuso. Al respecto hay también momentos en los que el «acting» de los personajes no encaje ni con sus diálogos ni con lo que en apariencia acontece. Todo esto nos obliga a releer varias veces algunos pasajes para intentar comprender bien qué se nos está narrando o que directamente desistamos y pasemos las páginas sin más.

 

El segundo problema va referido a la soberbia con la que Chan afronta el trabajo señalando en los extras incluidos en el cómic que sus aportaciones mejoran la trama y que el manga es un mejor medio que la representación teatral. ¿Kenneth Branagh piensa que su Hamlet cinematográfico es mejor que el original teatral? ¿La subversión que propone Máquinahamlet supera lo narrado por Shakespeare? Una adaptación complementa u ofrece una relectura de la obra a la que referencia (ahí están la revisión en clave contemporánea protagonizada por Ethan Hawke de 2000 o la reinvención literaria de Lisa Klein titulada Ophelia). Pero afrontar una adaptación en clave de mejor o peor es, cuanto menos, arrogante. Máxime cuando desde el principio evidencia sus propias carencias.

 

Con todo, sigue siendo una buena opción para quienes no conozcan la obra de Shakespeare y les dé pereza acercase a ella de primera mano; no en vano, tiene ya 400 años a sus espaldas. Y si sirve para que alguien se interese por la figura del dramaturgo inglés, ya habrá merecido la pena. En lo personal, sin embargo, me quedo con otras adaptaciones como la llevada a cabo por el genial Gianni de Luca o, incluso, con el pequeño manga editado por Herder Editorial hace ya unos años.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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