«Es hora de acabar con la humanidad«

Por fin vuelve a nuestras estanterías (casi cuatro meses entre tomo y tomo han escocido) una de las joyas del mercado japonés que me tiene cautivado. Dandadan es esa clase de locura que se puede leer sin sentir que se trata de un placer culpable, pero que… a veces puede darnos un poco de cosa enseñar por ahí… o tratar de explicar. Porque en verdad es complicado vender como un gran manga de ciencia ficción, vida de instituto y romance una historia que se centra en la búsqueda de los testículos perdidos de su protagonista. O que es capaz de mostrarnos a uno de sus personajes en calzoncillos jugando al fútbol con las almas torturadas de cientos de sacrificios rituales como parte del capítulo inaugural de este sexto tomo que trae a España Norma Editorial.

Jobar, es que hasta a mí me cuesta escribir todo esto sin que se me escape la risa.

Pero es así. Dandadan es de las cosas más frescas y divertidas que se están publicando actualmente en Japón. Tanto que los rumores sobre su inminente adaptación al anime llevan meses rondando por aquí y allá sin que termine de concretarse, de momento, qué estudio se hará cargo de llevar la obra de Yukinobu Tatsu a las pantallas japonesas, en primera instancia, y a las del mundo entero por obra y gracia del señor Internet. Y es que cada nuevo capítulo arrastra a un mayor número de lectores que el anterior y cada personaje que se añade al grupo de defensores de lo paranormal y lo extraterrestre añade aún más cachondeo, ternura y emoción a un manga que se mueve a la velocidad de la luz en sus momentos más tranquilos.

«He dicho que te salvaría… y no he podido hacerlo«

El tema de su adaptación a una versión animada (he estado a punto de escribir live-action y me ha recorrido una gota de sudor la frente) no es ninguna tontería. Tatsu pertenece a la nueva hornada de mangakas que controlan la mar de bien los programas de edición de imagen. Como resultado, sus viñetas siempre lucen espectaculares aún cuando el dibujo que haya en ellas sea de esos simplones que pone cuando los personajes huyen aterrados de algo o cuando algo demasiado absurdo ha ocurrido. Sin embargo, junto a toso este artificio técnico (que tiene su complicación, no nos equivoquemos), el autor hace uso de un gran dominio de la perspectiva y un diseño de personajes y escenas tan acojonante (perdón por el palabro) que no creo que la elección de un estudio de animación esté siendo del todo fácil para quienes se estén encargando.

Dandadan #6

Da igual. No tengo ninguna prisa porque llegue el anime (este año me esperan las animaciones de Undead Unluck y Kaiju No. 8 para ir disfrutando). Lo que sí que espero con ansias es cada nuevo tomo de una colección que me está devolviendo a mis tiernos años de universidad, cuando el tiempo entre tomo y tomo de las pocas (en comparación con la actualidad) colecciones de manga que se publicaban me parecían tan largos que estaba por ir de visita a la casa de sus autores con cuatro cosas que decirles acerca de lo bueno que es trabajar hasta la extenuación y lo malas que son las vacaciones. Por el momento cerramos saga (aunque aún quedan por analizar las consecuencias sobre el bueno de Jiji) y aplaudimos con fuerza el protagonismo coral que tienen los personajes en ella. Esta es una colección para quitarse el sombrero.