Jiraishin Diablo: Un duelo


Jiraishin DiabloNorma Editorial publica en formato integral Jiraishin Diablo, «nuevo» manga de Tsutomu Takahashi, autor de Reverberación o NeuN (que trajimos a la revista hace ya un tiempo). Y decimos «nuevo» porque Jiraishin Diablo es anterior a las citadas obras, pero en Norma han visto el potencial del mangaka y han decidido apostar por recuperar algunos de sus trabajos previos. Se da la circunstancia, además, de que Jiraishin Diablo es secuela de otro manga titulado Jiraishin: Ice Blade. Por suerte, ambas lecturas son independientes y pueden leerse de forma autónoma (como muchos seriales policíacos en los que cada aventura es un caso diferente: mismo protagonista, pero trama y escenario diferentes).

 

«No es normal que sean tan prudentes«

 

¿Y de qué va? La editorial comparte la siguiente sinopsis: «Casi todos los habitantes de la pequeña isla de Amakura mueren en extrañas circunstancias, salvo tres de los isleños. Pero el policía Taichi Kogure sospecha que el gobierno está ocultando algo y decide pedirle ayuda a Kyoya Iida, un exdetective de Shinjuku, apodado “Diablo” por sus métodos poco ortodoxos…«. Una sinopsis que hay que tomársela con cierta precaución, ¿y por qué? Porque no hace sino esbozar el planteamiento del primer «tomo».

 

La edición original de Jiraishin Diablo constaba de tres tomos, recopilados en un único volumen (y con algunas páginas en color) para el mercado español. Cada uno de los tomos (o capítulos) tiene un tono y enfoque diferente, aunque el conflicto principal continúe de un tomo a otro. Mientras que la primera parte tiene tintes de thriller político y de espionaje, la segunda se acerca más a la acción y usa unos modos más fantasiosos y, la tercera, se interpreta como un duelo entre dos personajes al más puro estilo western.

 

Jiraishin Diablo

 

En ese sinuoso camino Takahashi hace descubrimientos muy interesantes (Pak Taehyeon crece y crece como personaje a cada tomo), pero también pérdidas y sacrificios que juegan tanto en contra de la obra (la lectura política se va diluyendo hasta desaparecer por completo), como de los lectores (las subtramas de la familia de Kogure o del periodista están tan deslavazadas que llegan a resultar confusas). Más allá del enfrentamiento entre Iida y Pak no parece que el mangaka tuviera nada planificado de antemano. Así, aunque la lectura es tremendamente entretenida (sus más de 600 páginas se leen en un suspiro), la experiencia final puede resultar un tanto agridulce.

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