Angelina Jolie se viste de bruja gótica en Maléfica, la enésima reinvención de uno de los títulos clásicos de Disney.

De un tiempo a esta parte los cuentos clásicos han sufrido un profundo lavado de cara que los ha llevado (salvando algunas excepciones) a moverse en el terreno de lo épico, potenciando así mismo un tono más oscuro y adulto aunque sin renunciar a embelesar al espectador a través de la magia que apela a nuestra inocencia. La Maléfica de Robert Stromberg no podía ser menos y sigue esta tendencia casi por obligación, pues mientras que uno de sus guionistas, John Lee Hancock, es el responsable del guion de Blancanieves y la leyenda del cazador; Linda Woolverton, la otra escritora, se encargó de adaptar la novela de Lewis Carroll para la versión de Alicia en el país de las maravillas firmada por Tim Burton.

Así pues, esta Maléfica no tiene reparos en lanzarse al campo de batalla, pero tampoco es la mala malísima que nos mostró Clyde Geronimi en la versión animada de 1959. Porque la valentía de plantar de protagonista a un villano y narrar la historia a través de sus ojos se relattiviza cuando en juego hay una inversión de $200 millones. Aunque por ese mismo motivo choca el artificial acabado de los efectos visuales, máxime si entre sus responsables figuran empresas como 4DMax (con títulos como Gravity o Iron Man 3) y MPC (La vida de Pi o The Amazing Spider-Man 2). Los personajes generados por ordenador no terminan de integrarse bien con los actores y los elementos físicos. Las hadas madrinas de la desdichada Aurora, por ejemplo, parecen muñecos.

Ahora bien, si tenemos a Angelina Jolie copando toda la atención del respetable, lo demás no importa. Ni que la trama apunte a descarada reinvención del cuento que escame a puristas y conservadores, ni las citadas carencias visuales. La actriz californiana le aporta un carisma y una presencia al personaje que hace imposible apartar la mirada de ella. La intérprete se lo ha pasado de maravilla encarnando a esta gótica bruja y eso el público lo nota. Porque hacer de villano siempre mola.