«No eres un monstruo. Eres mutante«

 

Por fin, tras la prometedora, pero aún en pañales , Patrulla-X de Jed MacKay y la difícil de entender Imposible Patrulla-X de Gail Simone llega la Excepcional Patrulla-X de Eve L. Ewing para dibujarnos una sonrisa en la cara e ilusionarnos con lo que ofrece esta serie ya desde su primer número. Y es que, si bien es cierto que todas las cabeceras que nacen de éste ‘Desde las Cenizas…‘ son tremendamente deudoras de la Era de Krakoa, la denominada tercera pata del taburete que forman las tres cabeceras principales de los mutantes a día de hoy es la más amigable de las tres para el lector que no se subió al tren de la etapa diseñada por Jonathan Hickman y, por otra parte, es también la que nos propone una historia más interesante y con más ganas de explorar a nuevos y viejos personajes por igual.

 

Excepcional Patrulla-X #1 nos pone en la piel de una Kitty (sí, Kitty, se acabó lo de Kate o Katherine) Pryde que evita echar la vista atrás para no encontrarse con la desquiciada asesina en que se convirtió tras la Masacre Mutante perpetrada por los intolerantes de Orchis y se refugia en una vida normal como camarera de un bar en Chicago. Sin embargo, resulta muy difícil rehacer tu vida cuando tu sentido de la justicia tira en otra dirección y la situación en las calles dista de ser justa. Ewing hace una radiografía muy inteligente de lo que debe significar hoy en día ser un americano con dos dedos de frente en un país que glorifica la estupidez al mostrarnos a una Kitty que trata de ignorar los insultos que su especie recibe a diario basados más en la ignorancia, el miedo y la manipulación mediática que en cualquier otra cosa.

 

«No quería arruinar mi reputación«

 

A este punto de partida la guionista le añade la aparición de un nuevo personaje (la portada nos dice que al menos otros dos están en camino) que viene a representar a los Nuevos Mutantes de esta época. De la etapa de Nydo, Idie, Glob Herman, el Chico Ojo… han pasado algo más de diez años ya. Toca renovarse y presentarnos a nuevos adolescentes para una nueva generación de lectores y lo que me encuentro en esta primera entrega, de momento, me gusta y me parece (y esto es lo más importante) real.

 

 

Me deja esta primera entrega con muchísimas ganas de seguir leyendo y me demuestra que aún quedan muchas cosas buenas por contar después de la funesta Caída de X. Además, ¿quién no querría leer una serie con dos de los personajes mutantes más interesantes que tiene la Casa de las Ideas en portada? Que a Kitty se le vaya a unir Emma Frost (o al revés) nos asegura conflictos, inteligencia y, sobre todo, muchísima diversión. Panini ha venido a estrenar la última la que debería ser el caballo de batalla de toda esta nueva caterva de colecciones mutantes que emergen de los escombros de la nación insular mutante.