En el presente Marvel Saga de El Asombroso Spiderman a Peter le crecen los problemas. Unos problemas de aroma felino y que, en el fondo, no le parecen tan terribles. La vida se ve de otra forma cuando ves a una linda gatita.
«Pete, ¿necesitas un pañuelo? Se te está cayendo la baba«
Superada la resaca cumpleañera (en el anterior volumen de la recopilación de Panini Cómics asistimos a la celebración del número #600 de la colección) a Spiderman no le queda otra que retornar al día a día y hacer frente a las consecuencias de decisiones pasadas… suyas y de sus clones. Hay telenovelas y luego está la vida de Peter Parker, que no gana para disgustos sean o no culpa suya.
Y es que Relación a largo plazo recupera tanto a la Gata (quien más que menos siempre está rondando en la cercanía), como una subtrama iniciada durante las actividades sociales de los Parker y Jameson antes de la boda de Jonah Sr. y May y que implicaba a un villano de segunda que confundía a Peter con el malogrado Ben Reilly.
En estas páginas Marc Guggenheim (en su despedida de la serie) riza más el rizo y trae de vuelta al segundo clon en discordia, otro que llevaba tiempo fuera del radar arácnido. Así, entre unos y otros, la aventura en curso está guiada según traiciones, malentendidos, secretos del pasado y venganzas obsesivas. En el fondo no dejar de ser un relato con cierto aroma de transición, pero resulta bastante entretenido y, al recolocar a Kaine sobre el tablero, abre la puerta a que el personaje inicie una senda heroica (en el futuro más cercano) que continúa hasta nuestros días. Ventajas de ser un personaje del que nadie se acordaba, que puedes redefinirte sin que la cíclica continuidad te obligue a volver a tu estatus inicial.
Las historias con el co-protagonismo de Felicia Hardy tampoco es que profundicen mucho en el desarrollo a medio-largo plazo de la colección (que un poco sí, las cosas como son), pero sí que dan cuenta del presente del personaje y de su entorno. Y en el mundo de Spidey el entorno es tanto o más importante que la propia aventura heroica. En este sentido es innegable la química que siempre ha habido entre la gata y la araña, incluso cuando han estado enemistados. La pena, todos lo sabemos, es que estos escarceos tienen fecha de caducidad. Y eso es algo que precisamente Joe Kelly se preocupa en dejar claro desde el principio. Esto no será más que un affaire sin mayor recorrido.
Como curiosidad, además, el tomo incluye un breve relato dibujado por el español Ken Niimura. Siempre es una alegría disfrutar de artistas nacionales en las principales cabeceras del mundo del cómic.
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