«Sólo quería recordarte que tienes elección«

 

No todos los capítulos de Excepcional Patrulla-X iban a ser lo mejor de los mejor y esta quinta entrega viene a hacernos carraspear un poquito. Si este equipo fuera una familia, Emma sería la madre que empuja a sus hijos a crecer más allá de donde ella haya llegado; Kitty vendría a ser la madre más fan de la disciplina y que, sin embargo, conecta empáticamente con sus hijos y Bobby… El Hombre de Hielo vendría a ser el tío medio tonto al que todos quieren, pero que no deja de liarla. Así, en el anterior número, nuestro simpático bocazas sub-cero logró que Kitty se fuera de la lengua (en una escena que no termina de gustarme) y que revelará ante sus alumnos el hecho de que había asesinado a gente en su pasado más reciente.

 

¿Que quizás Kate Pryde debería haber contado a sus alumnos la verdad sobre lo que ocurrió con su vida después de los catastróficos hechos de la Masacre Mutante? Sí y mil veces sí. Sobre todo porque me parece lo más razonable (en los primeros compases de este cómic) si estás intentando quitarte de encima a los chavales que se han empeñado en adoptarte como mentora… Y sobre todo si se supone que este pasado te está marcando de una manera dolorosa. ¿Que Eve L. Ewing en ningún momento de esta entrega permite que la mutante se explique delante de sus alumnos? Pues también es verdad. Hemos de suponer que Bobby les cuenta a Bronce y la verdad detrás de la espiral de violencia de su amiga por separado y fuera de cámara. Pero lo cierto es que Meleé, que es la que acapara el protagonismo de esta Excepcional Patrulla-X #5, en ningún instante trata de descubrir qué fue lo que pasó: ni cuando se enfada hasta el punto de abandonar la Patrulla-X ni cuando regresa dispuesta a perdonar a su mentora por algo que se queda una vez más como el gran tema a tratar de la psique de esta heroína.

 

«¿No tienes nada mejor que hacer que acosar a crías más pequeñas?«

 

Así, nos encontramos con un cómic de ida y vuelta que apenas sí desvela un par de cositas del futuro de la serie y que, sin embargo se dedica a dar vueltas sobre sí mismo y sobre el personaje de Melée y su completa incapacidad para ponerse en el lugar de los demás, tanto cuando está en su contra como cuando decide luchar en su favor. Thao es un personaje pasional que necesita guía y consejo para no lanzarse a la batalla con la cabeza llena de principios y vacía de ideas, pero la manera en que esta escrita esta entrega de la colección que a día de hoy más me gusta de los mutantes no es la mejor para ahondar en este tipo de aprendizajes.

 

 

Así pues he de repetir que éste no ha sido el mejor número de cuantos haya publicado hasta la fecha Panini de la colección. Sin embargo, al fin se quita de encima uno de los secretos que más podían hacer que este experimento se fuera al garete, con lo que la Excepcional Patrulla-X puede al fin centrarse en las historias que su autora haya pensado para esta terna de alumnos. Como por ejemplo lo que vemos con esa misteriosa app que te pide muestras de ADN…