«¿Esto no es técnicamente una ciudad llena de gente?«

Decíamos el mes pasado que los mutantes de esta colección habían saltado de una batalla por su vida y la del profesor Charles Xavier (al alto precio de la existencia de Fantomex) a una aún más complicada con el poderosísimo Proteo escapando del plano astral para mezclar deseos y realidad en un pequeño pueblo al norte de Inglaterra. Pues bien, este mes no podemos sino confirmar que a este grupo le crecen los enanos… Pero no adelantemos acontecimientos y centrémonos en esta entrega (la penúltima de esta primera etapa de la serie) en sí.

El problema cuando haces que tu colección tenga que coincidir con un número determinado de números es que, o eres un genio y calculas a la perfección o corres el riesgo de pasarte de material y hay que ampliarla (veánse las Secret Wars o la tercera parte del Caballero Oscuro de Frank Miller y Brian Azzarello) o de quedarte corto y que haya que prolongar la historia en alguna de sus batallas para que no cante demasiado el asunto. La historia de Charles Soule no habría cabido en once números, pero se queda corta en doce, así que Marvel decide que la batalla contra Proteo ocupe todo este número (pese a que no sea una de las que podríamos considerar como ‘reseñables’) para dejarnos con el giro final de la historia y su último argumento para el número de noviembre.

«Nada de lo que hiciste fue culpa tuya«

La consecuencia, claro, es un cómic que vale su peso en paja. Tanto que, a la semana de habérmelo leído, lo he tenido que recuperar porque lo había olvidado completamente. Mi mente lo había borrado. A ver, seamos justos, mola ver al equipo comandado por Mariposa Mental lanzarse contra el villano en perfecta coordinación y utilizando cada uno los dones que les hacen más peligrosos contra el prácticamente omnipotente Proteo, pero al final del día (una expresión muy inglesa la que me ha salido) uno se espera que alguien salga mínimamente perjudicado de un enfrentamiento como éste y que, no sé, alguien haya de sacrificarse por el equipo. En fin, uno espera algo de épica en lugar de una pelea rutinaria. Llegar, acuchillar al malo, irse de copas.

Increíble Patrulla-X #11

Pero es que el giro final es tan delicioso que, en el fondo, entiendo el ansia de Soule y la Casa de las Ideas por dedicar un número entero a las consecuencias de la última página de este cómic. El guionista detrás de Inhumanos y de la Búsqueda de Lobezno ha jugado con nosotros casi desde el principio de esta colección y deja al final de esta entrega un interrogante del tamaño de un edificio de mil plantas. Tanto que me está costando horrores no recurrir a la red de redes para enterarme de lo que pasa a continuación.

Es éste, por tanto, un penúltimo capítulo agridulce para la etapa que se ha marcado Charles con una alargada galería de dibujantes (le toca en esta ocasión a Ron Garney bajar a la palestra). En sí no nos dice gran cosa, pero deja el camino preparado para un cierre de temporada que promete ser apoteósico.