«Tengo arañas en la cabeza, Alex«

Todo lo que Muerte había construido comienza a desmoronarse en Mundo de Batalla. La apertura de la segunda balsa y la irrupción de los supervivientes de los Universos 616 y 1610 han terminado por destruir el precario equilibrio que regía el gigantesco rompecabezas que había construido el villano en su intento por preservar la realidad.

En este número asistimos a una creciente ola de descontento y rebelión entre las distintas regiones de Mundo de Batalla, que posan su mirada en la capital del mundo, tantas veces ciega y sorda a los problemas de cada zona en favor de quienes las gobiernan con mano de hierro. A la vez, asistimos a la peligrosa y antinatural alianza entre los dos Reed Richards con el único objetivo de desposeer al tirano de sus poderes divinos y a los esfuerzos del resto de héroes y villanos por desestabilizar lo que, en teoría, llevaba años funcionando relativamente bien.

«Tengo a mi mejor gente en ello«

La muerte del sheriff Extraño hace dos números ha privado a Victor de su consejo y su visión global a la hora de atajar los problemas antes de que éstos se presenten como irresolubles. Muerte está cada vez más solo y en Secret Wars #6 contemplamos como la lealtad de su propia ‘hija’ comienza a flaquear ante la abrumadora evidencia de que él no es exactamente quien siempre ha dicho ser. Solo y con cada vez menos aliados, Muerte pronto volverá a las andadas y cometerá el error que sus enemigos necesitan para hacerlo caer. La pregunta no es cuál será este error, ni cuándo se producirá, sino qué ocurrirá con el universo Marvel cuando la fuerza de voluntad de quien lo sustenta comienza a flaquear o desaparezca.

Secret Wars #6

Me resulta interesante, a modo de reflexión, observar el parecido entre Muerte y cualquiera de las organizaciones supranacionales que rigen nuestra realidad (ONU, UE, OTAN…) y que se han visto desbordadas a lo largo de 2015 por cada nueva crisis que ha aparecido (refugiados, Grecia, terrorismo…) haciendo que los dirigentes de cada país queden en muchos casos como unos inútiles y llevando el descontento a las calles de muchas ciudades. No creo que el símil sea casual y sí pienso que Hickman ha aprovechado para introducir sutilmente su punto de vista de hacia dónde nos conduce la situación internacional actual. Es tarea ahora de los lectores sacar sus propias conclusiones y estar ed acuerdo o en contra. Pero para mí está claro que una de las cosas que hacen grande a la Marvel actual es su capacidad para plasmar la realidad de lo que nos pasa en el día a día en cómics de ficción y fantasía, haciendo más fácil su entendimiento y obligando al lector a posicionarse. Quizás sea este el motivo del auge de la editorial norteamericana.