«Te prometo que este bucle será el más feliz de todos…«

Dragon Ball tuvo a Dragon Ball Z, Naruto a Naruto Shippuden, One Piece tiene el Grand Line y el Nuevo Mundo (o pre-salto temporal y post-salto temporal), en muchos mangas de temática shonen hay un momento de en el que los personajes experimentan un gran desarrollo muy rápido (la mayor parte de las veces justificado por un paso del tiempo que no se refleja en las viñetas), lo cual permite al mangaka de turno experimentar con cambios en el diseño de sus personajes y, lo más importante, pequeños o grandes giros en la temática de sus obras. Este momento le ha llegado a Undead Unluck con la llegada del nuevo bucle en el que la líder de Unión no es otra que Fûko Izumo y el cambio (es complicado hablar de salto temporal, aunque también lo hay) es tan grande que casi se puede hablar de una nueva serie de Yoshifumi Tozuka después de los acontecimientos del tomo anterior.

El manga que publica Panini se había caracterizado hasta ahora por un tono trágico que encerraba un cierto optimismo al final. Algo en plan: «la vida puede ser una mierda, pero las cargas son menos pesadas en compañía«. Ahora la situación (y el mensaje) da un vuelco y se centra en un potente «todo es posible si tu corazón está con los que te quieren«. Con este nuevo lema grabado a fuego en el alma asistimos al reclutamiento de Nico, a las llegadas de Ichiko y el resto de los científicos de Unión y, sobre todo, revisitamos la historia de Gena (aquella cuya tragedia final suponía el ingreso de Andy y Fûko en la organización) desde un punto de vista completamente nuevo que permite al autor sacarle más jugo al personaje y a los protagonistas poder contar con la Inalterable en su propio bando en lugar del contrario.

«Estoy segura de que ya tienes a alguien. Alguien que te importa«

Este va a ser el motto a partir de ahora. Undead Unluck pasa a convertirse en un manga infinitamente más optimista que, sin embargo y como ya iremos descubriendo, no renuncia a seguir poniendo a nuestros protagonistas en bretes de todas formas, colores y olores. Por de pronto, las habilidades de todos tienen que sufrir un power-up que les permita enfrentarse a misiones mucho más arriesgadas nada más comenzar el bucle y esto ha de pasar necesariamente por momentos un tanto peliagudos. Pero el ánimo y la fuerza con la que irrumpe esta nueva Fûko de casi doscientos años de edad nos llevan a todos a ser arrastrados por el río que conforma el nuevo carisma que ha desarrollado y que no deja de ser el resultado natural de todo lo que le ocurrió en el bucle anterior.

Undead Unluck #16

Además, la relación con Andy, que se había ido construyendo poco a poco en la primera parte de la obra, se torna en verdadero amor, aunque la tragedia ahora consiste en que ambos amantes no puedan verse por… (mejor no adelantemos acontecimientos). En cualquier caso, bastante tiene Fûko ahora con la formación de una nueva Unión con la que poder, por fin, plantarle cara al Creador.

En definitiva. La nueva Undead Unluck bebe directamente de todo lo que leímos y disfrutamos en los primeros quince volúmenes, pero evoluciona, madura y se transforma en una nueva aventura que promete ser tan distinta como divertida de seguir. Un aplauso fuerte por Tozuka, porque la apuesta se las trae y, me da la impresión, su obra sale muy airosa de la transformación a la que la somete.