One Piece #9

One Piece #9. Skypiea Saga: Un mar de nubes

One Piece #9«Llegué a avergonzarme de mi propio linaje«

 

Ocurre una cosa con la saga de Skypiea. Cuando vio la luz, muchos lectores pensaron que, en lugar de continuar con la historia, hacía un paréntesis con una aventura alejada del devenir de la trama ya que en lugar de proseguir hacia adelante con su viaje, Luffy y su tripulación viajaban ¡hacia arriba! Eso, unido a que los pueblos con los que entraban en contacto nuestros protagonistas poco tenían que ver con todo lo que ocurría en el océano que surcaban los piratas unos cuantos kilómetros más abajo y a que no parecía que ningún personaje (excepto quizás Usopp y, por extensión, Nami) sacara ningún power-up de la aventura, daba a entender que toda la historia con la isla del cielo no era más que un capricho del bueno de Eiichiro Oda, que quería llevar a sus personajes a paisajes cada vez más locos y fantasiosos.

 

Sin embargo el tiempo nos ha mostrado que el pirata con el que Luffy compartía tartas y cerveza en Jaya iba a convertirse en una de las personas más influyentes en su vida (para bien o para mal), que la habilidad con la que los monjes del cielo parecían predecir los movimientos de nuestros amigos no se trataba de una invención puntual, que lo que Ussop veía en mitad de la jungla nos iba a hacer llorar como críos algún tiempo después y que Bellamy y su tripulación sólo era una introducción para algo que había de ocurrir años y años después en el devenir de esta serie. Por lo tanto, Skypiea ha sido una saga que ha envejecido excepcionalmente bien y que exige ahora más de una relectura para encontrarnos con las muchísimas semillas que hay aquí plantadas y para volver a morirnos de la risa con el humor que destilaba la serie cuando aún ‘era joven’.

 

«Se supone que en el Merry no hay nadie«

 

Me vuelvo a leer un capítulo tan fugaz como el de la pelea entre Luffy y Bellamy y me doy cuenta de lo fácil que se hace revisitar el pasado en esta colección (como si no lo supiera ya, que me he visto la serie hasta el parón actual y releído la historia al menos tres veces…). Oda imprime a los momentos en apariencia más simples una sensación de solemnidad que los eleva, al mismo tiempo que se permite caer en chistes tan tontos que no podemos evitar sonreír como niños cada vez que volvemos a verlos. Muchas cosas hacen grande a One Piece y una de ellas es, sin duda, la facilidad con la que uno se ve absorbido por su historia y sus personajes. Conocemos también en este tomo a figuras tan potentes como pueden serlo los ancianos del Gorosei o a los sichibukais Kuma y Don Quijote do Flamingo (sí, Don Quijote [o Quixote], con un buen par) y, claro, para los que vamos un poco más avanzados en la trama, sólo este dato ya eleva la importancia de este tomo unos cuantos enteros.

 

One Piece #9

One Piece #9

 

Pero no está principalmente dirigido a los fans locos de One Piece esta reedición de Planeta, sino a unos nuevos lectores que se van a encontrar con una divertidísima aventura de los Sombrero de Paja en una jungla… sostenida ¡sobre las nubes a decenas de kilómetros sobre el nivel del mar! Skypiea se relee con añoranza y nostalgia por los lectores de One Piece de toda la vida, pero se disfruta como un enano cuando sólo tienes que preocuparte por qué narices pinta un señor con un aspecto sospechosamente parecido al de un ingenioso hidalgo español montando a lomos de un corcel sacado de nuestras más locas pesadillas.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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