«Le pasa a todo el mundo… Pero hemos aprendido a ocultarlo«

Todo desemboca aquí. Estos tres años de sensacionales historias contadas por John Barber (Robots in Disguise, llamémosla RID para ahorrar tiempo) y James Roberts (More than Meets the Eye, MTMTE) conducen al mastodóntico crossover que tenemos en las manos y que recoge la friolera de doce grapas (cinco de cada colección y dos especiales) de dos de las más importantes series de IDW en la actualidad. Parecía mentira adonde nos iba a llevar esto cuando salió el primer número de MTMTE. Transformers se había sometido a un momento clave con Transformers: Renacimiento; Cybertron dejaba de ser un cascarón vacío y en su núcleo la chispa vital volvía a latir, pero el precio había sido la retirada de Megatron y la renuncia de Optimus Prime, que volvía a hacerse llamar simplemente Orion Pax.

Este triple cambio obligaba a los robots (tanto Autobots como Decepticons y todos los que quedan entre medias de ambas definiciones) a hacer algo que llevaban cuatro millones de años sin intentar: coexistir en paz en el que fuera su hogar original. No pasó mucho tiempo hasta que parte de ellos, liderados por el heredero de los Prime (Hot-Rod, ahora llamado Rodimus Prime), decidieron abandonar el planeta para buscar esperanza en los confines del universo. Por su parte, quienes decidieron quedarse e intentarlo se encontraron con que cuatro millones de años de guerra no son fáciles de olvidar y el gobierno provisional de Bumblebee se fue degradando cada vez más hasta que, al final de RID, el ex-Decepticon Starscream ganó las primeras elecciones ‘justas’ en milenios y expulsó de los límites de la única ciudad habitada: Iacon.

«Dejemos que empiece la aniquilación«

Justo aquí comienza Cybertron Oscuro, un crossover que (a su manera) trae de vuelta al planeta a todos los principales personajes de las dos series robóticas para enfrentarse ya no sólo a la posible destrucción de su hogar, sino de todo el tejido de la realidad misma a manos de uno de los villanos clásicos más peligrosos de la franquicia: Shockwave. Roberts y Barber nos ofrecen toneladas métricas de acción que toman todo lo acontecido anteriormente y lo magnifican hasta hacer de este evento un perfecto vehículo para enamorarse de los cómics sobre los juguetes de Hasbro.

Transformers: Cybertron Oscuro

Los autores se sacan de la chistera una trama que no baja el ritmo en ningún momento y que (¡aprended Marvel y DC!) deja una situación tras de sí que invita a ser disfrutada por todos los fans de Transformers por lo insólita e interesante que promete ser. El gran acierto de ambos guionistas pasa por conocer profundamente a los personajes sobre los que están escribiendo y, a la vez, tener la valentía de obligarlos a hacer cosas a las que nos estamos acostumbrados a verlos para permitir que, si bien no todos, al menos la gran mayoría tengan una oportunidad de evolucionar y no quedarse estancados en lo que sabemos de ellos desde hace décadas. Lo mejor es que este esfuerzo ya lo hemos ido viendo a lo largo de estos años tanto en MTMTE como en RID y es por ello que aquí nos encontramos con un Bumblebee más serio y responsable que nunca, un Ultra Magnus menos rígido y más dado a la confraternización, un Rodimus con una cura de humildad recién adquirida…

«Somos más fuertes unidos que separados«

El cambio a mejor de Bumblebee se refleja en su nueva apariencia, que huye de la habitual apariencia bonachona y simpática del personaje para presentar a Bee en una de sus facetas más serias y agresivas. Lo que bajo otras circunstancias podría haber parecido una mera excusa para vender más juguetes (como lo es el cambio de cuerpo de Starscream) aquí tiene un significado más profundo. Barber y Roberts llevan al carismático personaje a un nuevo estadío, más adulto, para hacerle estar a la altura de unas circunstancias que nunca habían sido tan desfavorables para los Autobots (expulsados de Iacon y enfrentados a los siniestros planes de Shockwave y sus aliados).

Transformers: Cybertron Oscuro

Cybertron Oscuro también ha traído de vuelta a los dos grandes personajes de la franquicia: Optimus Prime (u Orion Pax) y Megatron. Su regreso se produce bajo unas condiciones nunca vistas en la larga historia de los Transformers y leer los próximos números de ambas colecciones sólo va a acrecentar las dudas acerca de lo durable de esta nueva apuesta. Con todo, esta pareja de guionistas (acompañados como siempre por un reparto de dibujantes de excepción, mucho ojo al Universo Muerto de Livio Ramondelli) ha logrado que un servidor, hasta no hace tanto un completo ignorante de las cuitas de los Autobots y los Decepticons, se enganche irremediablemente a este universo, tan rico en relatos épicos y conversaciones profundas mucho más humanas de lo que cualquiera podría pensar en primera instancia.