«Otros pensarán lo mismo de él muy pronto«
Conforme se han ido precipitando los acontecimientos en torno a la Gala Fuego Infernal del pasado 2023 y he visto a Coloso metiendo cizaña en el Consejo Silencioso me he preguntado cada vez más a menudo cuál sería el papel de los rusos en la Caída de X. Y seguro que igual que me lo he preguntado yo, os lo habréis preguntado muchos de vosotros. Y es que mientras que muchas de las amenazas individuales contra los mutantes se han ido aglutinando alrededor del escudo de Orchis o han sido absorbidas por la propia organización supremacista, Mikhail Rasputin y los suyos nunca han parecido moverse en la misma órbita que el Doctor Estasis, Nimrod, M.O.D.O.K. y el resto de desagradables sujetos de esta organización. Más bien al contrario porque, aunque barren para casa y todo hay que cogerlo con muchísimas pinzas, a lo que los rusos aspiran es a convertirse en la mayor nación mutante del planeta.
Y entonces va y llega la dichosa Gala, contemplamos extasiados el ‘más macabro todavía’ que se ha marcado la Casa de las Ideas con el tomito que ha puesto a la venta Panini en nuestro país, y de los rusos… ni rastro. Hasta ahora. Benjamin Percy se reserva la sorpresa con un número de X-Force que es con seguridad de los que más me han gustado hasta la fecha. No por la acción ni por las grandes epopeyas, sino por la cara de tonto que se le ha quedado a cierto personaje cuando los planes de meses le han explotado en lo que viene siendo lo que queda entre dos piedras feroces.
«Nuestros planes han cambiado. Todo ha cambiado. Y no sé adónde iremos desde aquí«
El camino que se abre a partir de ahora se me antoja muy divertido para los lectores (para los personajes no tanto, la verdad). Con el grupo dividido en dos mitades (la que va a tener que aprender la letra de la Molitva rússkij y la que va a tener que hacer un cursillo avanzado de sigilo y destreza en pasar desapercibidos) vamos a tener dos historias muy interesantes que seguir. Y mientras tanto la Bestia seguirá por ahí haciendo de las suyas (intuyo que Hank McCoy debe estar más desquiciado que nunca) y me sorprendería que no aparezcan nuevas amenazas en un horizonte cada vez más oscuro para los portadores del gen X.
Me gusta mucho lo que ha venido a proponernos Percy. Esto va mucho más allá del clásico concepto de los héroes renegados que se esconden mientras sueñan con pasados días de gloria. Nos encontramos con otro tipo de caída para los mutantes, una que va de la sartén a las brasas, pero que de algún modo les permite caer de pie y con las fuerzas casi intactas de cara al momento en que puedan volver a soñar con ser libres. Tengo muchas ganas de leer esto. Y, por cierto, la portada de Daniel Acuña es un auténtico pasote.
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