Guardianes de la galaxia Vol. 2

Guardianes de la Galaxia Vol. 2: Déjà vu galáctico

La familia más disfuncional y divertida del cosmos marvelita vuelve a la gran pantalla. A los Peter Quill (Chris Pratt), Gamora (Zoe Saldana), Rocket (Bradley Cooper), Drax (Dave Bautista) y «Baby» Groot (Vin Diesel), como si de una entrega de Fast & Furious se tratara, se les suman viejos enemigos y nuevos aliados para salvar, una vez más, el destino de la galaxia.

 

Guardianes de la galaxia Vol. 2

 

Guardianes de la Galaxia Vol. 2 repite la fórmula de su predecesora, aunque cambiando un tanto el tono. James Gunn decide aligerar el componente gamberro en favor de una mayor carga emocional, conformando una historia más «blandita» que la anterior. El director y guionista busca así contrarrestar la –lógica– pérdida de frescura, pero la apuesta no le sale del todo redonda. ¿Y por qué? Principalmente porque ese cambio de tono se traduce en una sucesión de escenas conversacionales en las que los personajes se dedican a llorar sus penas motivadas por la falta amor en sus vidas. La primera entrega servía para presentar y formalizar a la peculiar familia, mientras que esta segunda busca fortalecer los lazos entre ellos y destacar la importancia de la familia. Evolución coherente, pero llevada a cabo de forma redundante, con prácticamente todos los personajes (protagonistas o secundarios) lanzando sus lamentos y esperanzas.

 

Hay un exceso de subrayado en este aspecto, lastrando el ritmo de una narración que se alarga más de lo necesario. Y buena parte de la culpa la tiene «Baby» Groot. Es tan adorable y despierta tanta ternura cuando aparece (incluso en los momentos en los que muestra su mal genio), que «intoxica» a todo el mundo, condicionando con sus monerías el rumbo que va siguiendo la historia. Quizás Yondu (Michael Rooker) y Gamora sean las víctimas colaterales más destacadas de esta pérdida de irreverencia de la cinta.

 

Guardianes de la galaxia Vol. 2

 

Por lo demás, James Gunn demuestra que disfruta mucho con estos personajes (el humor de Drax gana muchos enteros en esta segunda parte y profundiza con acierto en la relación de las hermanísimas Gamora y Nebula) y que conoce muy bien el género. No faltan guiños u homenajes a clásicos literarios como El juego de Ender, e integra bien a las nuevas incorporaciones como Mantis (Pom Klementieff), sin por ello dejar de lado a quienes venían de la anterior entrega, como Nebula (Karen Gillan). Guardianes de la galaxia Vol. 2 apuesta fuerte por la aventura y los entornos imaginativos, dejando claro que en la inmensidad del cosmos la imaginación es el límite. Resulta muy interesante, por ejemplo, la forma en la que Gunn y su equipo interpretan los «saltos» a través del espacio; o incluso la reescritura de los orígenes de Star-Lord (radicalmente diferente a la biografía establecida por Brian Michael Bendis en los cómics). Todo es espectacular y muy divertido, pero le cuesta salir de su zona de confort y la sensación de déjà vu, de falta de novedad, está siempre presente. Lo que, sin ser malo (en términos generales la cinta funciona muy bien), sí que le resta cierta novedad a la propuesta.

 

Zoe Saldana

 

Ahora bien, además del efecto «Baby» Groot, la ausencia de conexiones con el resto del universo Marvel (algo que hay quienes pueden ver esto como algo negativo o una oportunidad perdida, teniendo Thor: Ragnarok y Vengadores: Infinity Wars en el horizonte), la incorporación del megalómano y carismático Ego (Kurt Russell) al imaginario de personajes y la nostálgica y efectiva playlist de éxitos ochenteros que conforman la banda sonora sirven como sedantes del espíritu crítico, ayudando a que la impresión general salidos del visionado sea de una satisfacción en la que no caben los peros. Y es que con el poderoso prólogo que nos propone James Gunn en el que conjuga los elementos clave de la película: el humor socarrón, el imaginario visual, el carisma de su reparto, el espíritu aventurero y «Baby» Groot, a poco que mantenga cierto nivel durante el resto de la cinta, tendrá a buena parte del público entregado a la causa. Y eso es justo lo que consigue.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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