Alguno de vosotros habrá pensado al ver el título del artículo que iba a hablar esta vez de Batman, la película que en 1989 dirigió Tim Burton y que ganó un Oscar (así como otros 7 premios más)… Pues no, hubo otra película mucho antes de que Michael Keaton se enfundara el traje del Caballero Oscuro y se enfrentara al genial Joker que interpretó Nicholson.
Nos tenemos que remontar al año 1966 para encontrar esta joya del humor (por el amor de todas las cosas buenas, no quiero creer que esto está hecho en serio), en ese año se estrenó una serie paródica del justiciero de DC Cómics en la que el actor Adam West encarnaba a un Batman algo rellenito y con un traje bastante distinto al que nosotros recordamos. La serie fue un rotundo éxito durante tres temporadas y 120 capítulos y, aprovechando el tirón de la primera de ellas (estrenada en enero del 66), se estrenó en octubre de ese mismo año la película que nos ocupa hoy.
«¡Por el Genial Mago Merlín!»
Tomarse esta película en serio puede ser (y de hecho es) un gran error. Lo mejor es coger un bol de palomitas, un refresco y preparar la mandíbula para unas buenas carcajadas.
¿El argumento? Bueno, si insistís os cuento de qué va:
Resulta que Pingüino (Burgess Meredith), El Arlequín (Joker, Cesar Romero), La Mujer Gata (Catwoman claro, interpretada por Lee Meriwether) y El Acertijos (Enigma, Frank Gorshin) unen sus fuerzas para robar un invento de una destilería de whiskey que es capaz de extraer toda la humedad de un cuerpo cualquiera. Con tal invento en su poder planean acabar con Batman y Robin y, ya puestos, secuestrar a los 9 líderes del Mundo Unido (algo así como la ONU) y pedir un jugoso rescate por ellos.
La película es una sucesión de gags disparatados y situaciones insostenibles y absurdas. Ponerme a hablar de los actores es tarea inútil puesto que, salvo Adam West (voz del alcalde de Padre de Familia… Adam West), ninguno de ellos ha hecho nada medianamente remarcable en toda su carrera. El director (Leslie H. Martinson) ha dirigido capítulos sueltos de series como Dallas o La Tribu de los Brady (entre otras)… Nos tenemos que ir hasta el guionista para encontrarnos con algo conocido (y es que Lorenzo Semple Jr. colaboró en la película King Kong de 1976)
«¡Diablos Batman! ¡Qué nobleza casi humana la de esos delfines!»
Mención aparte, a mi entender, merece Alfred (Alan Napier). Si en los cómics y en las películas serias desempeña el papel de confidente de Batman y algo así como su «niñera» en esta película yo lo veo más como Sancho Panza. Un hombre al cargo de dos enfermos mentales que termina participando de sus locuras.
Pero lo que me mata, lo que me destroza de esta película, son los acertijos y las deducciones disparatadas (normalmente realizadas por Robin) pero tomadas como algo perfectamente lógico por absolutamente todo el mundo. Para mí es casi mágico que «algo amarillo y negro que escribe» sea un «platanobolígrafo«.
Para terminar (y dejándome en la recámara decenas de coñas) quiero hacer un apunte:
La película se ambienta en 1966, todavía en plena dictadura franquista y con la Guerra Fría comenzando a dejar de ser tan molesta. ¿Y qué países conforman el grupo de los 9 más poderosos? ¿Quiénes son el objetivo de los malos de esta película?:
1. Estados Unidos: Ok, tiene sentido.
2. URSS: Se me hace raro verles sentados al lado de los EEUU, pero bueno.
3. Alemania Occidental: Bueno, vale.
4. Reino Unido: Chachi que sí.
5. Francia: Los franceses es que están en todos los fregaos.
6. Japón: Bueno…
7. Israel: Vale.
8. Nigeria: Espera, ¿qué?
9. España…
Habéis leído bien: España, a nuestro país lo representa una suerte de cincuentón con cadenas y banda interpretado por George J. Lewis (Don Alejandro de la Vega en la versión Disney de 1957 de la serie El Zorro).
En fin, una película muy absurda y divertida para pasar un buen rato y reírnos de todo un poco. Además, maravillas de la red, es relativamente fácil de encontrar en castellano.
¡Hasta la próxima!
Mira, en cuanto a tu concepcion de que el unico actor bueno de la peli es Adam West teniendo a dos esxcelentes actores como Cesar Romero y George J Lewis me hace deducir dos cosas: 1- que lo tuyo es un chiste (mas que la pelicula en si) O (y creo las mas acertada) Que NO SABES UN CARAJO DE CINE! Entonces ponete a opinar de dietas o de otras cosas, aunque despues viendo que sos español, no me extraña nada… GALLEGO PELOTUDO!!!!
Mi estimado y adorado romylou. Ha acertado usted de pleno porque 1 – efectivamente esto es un chiste, me alegro que así lo haya captado y 2 – de cine sé más bien poquito y por eso tiendo a tomármelo con humor. De dietas tampoco podría opinar porque ni cocino bien ni me han funcionado demasiado las que probé en su momento. No entiendo, sin embargo, el final de tu sesuda disertación: ¿Influye, acaso, mi nacionalidad en lo referente a mis conocimientos cinematográficos? ¿Sería acaso menos ignorante de ser, qué sé yo, francés o guineano? Me deja usted intrigado.
Un abrazo