Loving Vincent: Vacua belleza

Inspirada en el afamado pintor holandés Vincent Van Gogh, Loving Vincent cuenta la historia de un hombre que ha de llevar una carta a Theo, el hermano de Van Gogh; a su llegada al pueblo donde vivía, descubre que murió un tiempo después de su hermano y, a raíz de aquí, intentará esclarecer los motivos de la desaparición de ambos hermanos.

 

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Si algo destaca en Loving Vincent es el complejo y revolucionario sistema de ¿animación? que se ha empleado en su ejecución: después de filmar toda la película con actores reales, cada fotograma de la película fue pintado a óleo imitando la técnica del pintor centrándose en los tonos de color y la forma de aplicar la pintura, con pinceladas marcadas y gran cantidad de pigmento. El resultado es impresionante porque el óleo en movimiento crea un efecto visual sublime: por un lado, una nueva textura a la animación y, por otra parte, como cada cuadro es único, se crea un movimiento interno en la pintura que eleva el cine a una experiencia estética más allá de lo normal. De alguna manera, es un compendio impresionante entre pintura y cine, encontrando (literalmente) la capacidad cinética de un cuadro.

 

Aunque cuesta unos diez minutos adaptar la vista a este tipo de imagen por el constante movimiento de los trazos de los cuadros, es cierto que conforme el ojo se adapta más bello parece, más se sumerge uno en su universo y se ve absorbido por sus colores; sin embargo esto se ve difuminado por la pobreza de su guión.

 

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Abordar una figura tan importante, misteriosa y conocida como la de Van Gogh puede ser un arma de doble filo porque es un artista del que se han escrito ríos de tinta y se le han dedicado documentales, artículos, exposiciones, biopics étc y ya que en esta ocasión se hacía de una forma tan innovadora, laboriosa y, a la vez, conceptual porque se está sometiendo su trabajo a una delicada mímesis, quizás se debería haber buscado otros recursos para su guión.

 

La historia es simple, insulsa y no genera interés alguno en el espectador, se siente todo como algo ya visto y los datos que aporta parecen sacados de Wikipedia o un artículo de la peor revista de divulgación o un dominical. No ha habido esfuerzo ninguno a la hora de desarrollar personajes o situaciones y todo termina viéndose como una pintura tras otra que servirá como juego para experto en el pintor, pero es aburrida y monótona.

 

Loving Vincent debería haber sido una película conceptualmente abstracta, que limitase la figuración a esa mímesis pictórica para así ahondar y alcanzar los matices más recónditos de la biografía y obra del pintor holandés.

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2 comentarios en “Loving Vincent: Vacua belleza

  1. El inicio del artículo es «Inspirada en el afamado pintor inglés Vincent Van Gogh»… y ya la primera frase indica que no se sabe que es holandés, a pesar de cerrar la crítica con la nacionalidad correcta (justo en la última palabra escrita). Creo que es un fallo a corregir. Gracias

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