ECC sigue a velocidad de crucero editando el Flash de Mark Waid en unos bonitos tomos en cartoné, trayéndonos en esta ocasión El regreso de Barry Allen que, como bien indica su título, nos narra el retorno al mundo de los vivos del corredor escarlata más famoso de todos. Recordemos que en «este» momento Allen lleva muerto algunos años y Wally West, su sobrino, ha sabido ganarse su lugar en la comunidad superheroica como un Flash de pleno derecho.

En este escenario os podéis imaginar la tremenda impresión que supone para Wally West reencontrarse no solo con su tío, sino con quien siempre ha sido su mayor referente e inspiración. Pero también lo es para Allen, que vuelve a un mundo que ha seguido adelante sin él. Ambos personajes se encuentran de repende en un contexto que les resulta extraño e incómodo. Sus respectivos mundos están patas arriba y esto acaba, como es evidente, haciendo que salten chispas.

Este golpe de efecto orquestado por Mark Waid le sirve para explorar la figura de West desde la perspectiva del legado y las expectativas generadas a su alrededor. En una ciudad en la que no faltan los velocistas, West y Allen han sido lo suficientemente carismáticos como para permanecer en el imaginario de diferentes generaciones y llegar hasta el momento actual con plena vigencia (la ayuda de la TV y el cine ha terminado por dar un empujón a Allen, cierto). Ambos personajes lo saben y llevan consigo esa confianza como una fortaleza más. Pero no siempre fue así. Mark Waid explora este periodo en el que Wally West, a pesar de haberse ganado el derecho a ser Flash, sigue sintiendo la alargada sombra del que fuera su mentor.

Pero Mark Waid no se queda únicamente en esta «pelea de gallos» por ver quién es el mejor Flash. Todo lo contrario. El escritor se guarda unos cuantos trucos (desde la aparición de terribles villanos al recuerdo a los corredores que precedieron a Allen y West) para hacer de este volumen una auténtica montaña rusa capaz de poner a Wally West contra las cuerdas en más de una ocasión, demostrando por qué su etapa es una de las más reconocidas en la ya larga trayectoria editorial de Flash.