La recopilación de Action Comics por parte de la editorial Panini parte de los acontecimientos de Absolute Power y DC All In Special y nos enmarca en el skyline de All In, un punto de arranque para muchas colecciones y personajes, de tal manera que (casi) cualquiera pueda subirse al carro de las aventuras de sus personajes favoritos.

 

«Vale, Supergirl, ¿ahora qué?«

 

En el caso de Action Comics, la serie «secundaria» de Superman, el casi que poníamos entre paréntesis es realmente pequeño. Con Mark Waid al frente, la serie plantea un primer arco argumental que no requiere mucho contexto previo. Sí que hay miembros de la súper-familia que seguramente una parte del público no conocerá (como Kong Kenan, el Superman chino surgido en el marco de DC Rebirth), pero los elementos con los que juega Waid (la Zona Fantasma, pérdida de poderes, Krypton…) hacen que la narración sea muy accesible.

 

 

Y ese es la principal virtud del arranque de la cabecera, se apoya en conceptos comunes a nuevos y veteranos lectores, pero no se ancla a ellos, sino que los usa como impulso para mirar hacia delante. Hay también en el guion de Waid un clasicismo pulp bastante acentuado, pero siempre a favor de la aventura y la narración. El guionista disfruta de un relato de ciencia ficción fantástica que mira sin complejo a las estrellas y en el que caben desde guerreros bárbaros alienígenas, barcos piratas o seres casi divinos.

 

Por encima de todo se respira un espíritu lúdico, de diversión, que gana cuerpo a medida que van entrando más y más personajes. Habiendo ya una cabecera dedicada solo a Superman, Action Comics tiene la oportunidad de dar espacio a otros miembros de la casa de El y de explorar sus dinámicas. De esta forma, por ejemplo, tenemos una trama compartida entre el mencionado Kong y Superboy. O podemos ver a Kal-El uniendo fuerzas con Mon-El.

 

Hasta cierto punto podemos ver en esta Action Comics una interesante revista familiar que nos permite ver al nutrido grupo de súper personas. Una idea que se ve reforzada con la historia de complemento que acompaña a la aventura principal. En esta, escrita por Mariko Tamaki, es Supergirl quien coge todo el protagonismo y se embarca en su propia aventura espacial. Quizás su arranque resulte excesivamente críptico y eso juegue en contra de la inmersión de los lectores, pero en ese misterio radica también su interés. La clave está en cómo module Tamaki la información dada y la oculta.