Tom Taylor y DC Comics se resisten a dar por terminado el universo Injustice, tal como demuestra la publicación de este Injustice – Las aventuras de Superman: Jon Kent por parte de ECC Ediciones, que recopila Adventures of Superman: Jon Kent #1-6 en un tomo en rústica. Y he ahí el truco o trampa de este nuevo acercamiento al mundo totalitario del Superman de Injustice: Es Jon Kent, el hijo del Superman «oficial», el protagonista de la aventura y quien hace una visita a este oscuro rincón del multiverso deceíta.

«¿Vas a salvar nuestro mundo?«

Hay que agradecerle a Taylor que no se enrede demasiado en cuestiones de continuidad, haciendo más o menos accesible la puerta de entrada a este cómic. En este sentido, además, con lo volátil que es la continuidad en los cómics de superhéroes -especialmente en la DC Comics de las últimas décadas-, lo que hoy es «oficial», mañana no lo es. Es decir, podemos abordar esta lectura sin tener en consideración la oficialidad de su protagonista e interpretar este Injustice – Las aventuras de Superman: Jon Kent, como un elseworld más o una historia de una variante de Superman (como en el fondo es, con hasta cuatro supermanes dejándose caer por las páginas del cómic). Porque, igual que Jon pasó de niño a adolescente de un día para otro, ¿quién dice que no se revertirá la situación de la misma manera?

Obviamente, aunque hagamos ese ejercicio y aunque Taylor se cuide de no poner demasiadas trabas, Jon Kent tiene una historia detrás y esta es la detonante del conflicto en ciernes. También es cierto que no necesitamos saber mucho más de lo que nos cuentan en sus páginas. Ultraman (la versión de Superman de Tierra 2, líder del Sindicato del Crimen), fue recolocado tiempo atrás como némesis de nuestro joven protagonista y es su amenaza la que le obliga a actuar y cruzar el multiverso.

La aventura empieza con Ultraman y acaba con el Superman del mundo de Injustice. Resulta interesante la confrontación de Jon Kent con ambos personajes, pues los dos suponen una perversión del ideal de Superman. Uno marcado por la propia naturaleza de su mundo (un espejo inverso de La Tierra oficial deceita, donde todo lo bueno es malo y viceversa); y otro condenado por la tragedia (incapaz de asumir la pérdida de Lois y su hijo nonato decidió acabar con el mal en el mundo convirtiéndose en su dictador). Con ellos mirando a los ojos al joven Kent, Taylor se propone abordar qué significa ser Superman (como concepto y símbolo9 y porqué, teniendo el poder de un dios, no asume una mayor responsabilidad con los problemas del mundo.

En general, como aventura, Injustice – Las aventuras de Superman: Jon Kent es bastante disfrutona. Se sitúa entre los hechos de Injustice e Injustice 2 (su argumento no interfiere en absoluto con lo ya narrado en ese mundo) y de no ser por lo deliberadamente abierto que lo deja todo la última viñeta del cómic, habría sido un tomo único ideal. Pero ya sabemos cómo van estas cosas, el negocio es el negocio y si se puede exprimir un poco más cualquier historia, ¿por qué cerrarla?