«A mis chicos les gusta el drama y necesitan acción«

Bryan Edward Hill es un tipo que ha tocado bastantes palos. Ha escrito guiones de anuncios, ha hecho sus pinitos como escritor, ha trabajado como diseñador gráfico y ha ido haciendo cositas aquí y allá en el mundo del cómic (en La Noche Americana le conocemos sobre todo por sus breves estancias en Batman y Ángeles Caídos) desde que lo contrataran para expandir el universo Witchblade. Con esta carta de presentación sorprende (y no) encontrarlo al frente de un proyecto tan sólido e interesante como es este Matanza Americana que ahora nos trae ECC. Resulta sorprendente porque sus anteriores trabajos como guionista nos habían dejado bastante fríos (será que no termina de estar a gusto en el mundo de las capas), pero lo cierto es que su polifacetismo es lo que hace de este cómic un perfecto guión para una posterior adaptación a la pantalla (ya sea ésta grande o pequeña).

Matanza Americana nos pone en la piel de Richard Wright, un exagente del FBI que ahora malvive como detective privado y que fue apartado del cuerpo cuando accidentalmente mató a un chaval negro al que perseguía. Mestizo y sin demasiado a su favor, el FBI pensó que lo mejor era tapar el caso y apartar al agente implicado. Ahora, con un agente del FBI muerto y colgado en un árbol al frente de su propia casa a manos de extremistas de de derechas, su mentora vuelve a dar con él para pedirle que se infiltre en la organización de cierto millonario  con tendencias supremacistas sobre quien recae la mayor parte de las sospechas. Lo que leemos a continuación es una dura novela policíaca en la que ningún personaje está libre de culpa y en la que la América de Trump va siendo diseccionada en busca de todas las posibles consecuencias de sus cuatro años al frente del país más poderoso del mundo.

«Entonces tendrás que usar la imaginación. Recuerda: Soy tu dueña«

Todo esto teniendo en cuenta que Matanza Americana fue escrito entre 2018 y 2019, en pleno apogeo de la presidencia republicana de la Casa Blanca. Y justo cuando los tenues lazos entre Donald Trump y el KKK comenzaban a hacerse menos tenues y la gente comenzaba a ver la clase de gente con la que se había ido mezclando el chiflado que capitaneó a los EEUU durante esos años. Me hace gracia, porque este mismo cómic le dota a esa presidencia de una corta vida (como terminó ocurriendo), pero se dedica a pensar en si esa excepción no sería la piedra de toque para que muchos ‘desencantados’ y ‘nostálgicos’ se echaran a la calle a raclamar un país que se pareciera un poco más a lo que ellos siempre habían soñado.

Matanza Americana

Matanza Americana es duro, sucio, cruel y despiadado. Es un relato tanto o más terrorífico cuando nos damos cuenta de que podría ser verdadero. Richard Wright bien podría existir (he pasado una temporada en San Luis de Misuri y doy fe de su descripción) y no son pocos los ricos acaudalados de Norteamérica que eligen temer a lo que es diferente y nuevo por si acaso eso les toca los bolsillos, como tampoco son pocos los descerebrados de clase obrera que se dejan llevar por las soflamas vacías y mentirosas de los anteriores. Es muy fácil implantar el fascismo en una sociedad que se siente desgraciada, impotente y privada de un pasado que siempre han creído que fue mejor. El cómic que ECC publica bajo el sello de DC Black Label es un buen ejemplo de toda la suciedad y las mentiras que hay detrás de todo ello.