«¡Os quiero a todos en mi panza!«

Fui leyéndome estos tres nuevos cómics de la serie más desenfadada de Brian Michael Bendis en un viaje en autobús del que agradecí dos cosas: que fuera lo bastante largo como para leerlos con calma y tranquilidad y que fuera de un extremo al otro de la línea, para que me fuera imposible pasarme de parada. Y es que Young Justice está demostrando un dinamismo en sus tramas y una química entre sus personajes que hacía tiempo que no se veían en una serie de DC (puede que viéramos algo parecido en Academia Gotham, pero a una escala mucho más reducida). Da gusto leer cada mes las nuevas locuras que salen de la cabeza de Impulso y presenciar la camaradería que se ha desarrollado entre todos estos personajes, nuevos y viejos.

Terminamos en Young Justice #6 con la aventura con la que ha abierto la serie. Bendis se ha tomado medio año para colocar sus piezas sobre el tablero, demostrarnos cómo funcionan y comenzar a plantar las semillas de los verdaderos misterios sobre los que pivotará la serie. Se ha tomado su tiempo, pero la historia ha sido tan divertida que se nos ha hecho cortísima. Bien cierto es que el guionista sigue pecando de su dificultad para dotar a sus tramas de cierres a la altura de su desarrollo, pero la verdad es que de este primer arco no esperábamos más que la puesta en escena de los integrantes de este grupo y, en lugar de ello, nos hemos encontrado con un relato que habla de problemas profundos en la estructura de las realidades, algo que, sin duda alguna, tiene que ver con los acontecimientos recientes de la Liga de la Justicia y todo lo que nos tiene que traer El Año del Villano.

«¡Así que hay un Multiverso!«

Sea como fuere, una vez finalizada la primera historia lo suyo habría sido que nuestros amigos emprendieran el camino a casa. Pero Bendis, a través de sus personajes, tiene otros planes para el grupo y les manda, como podemos leer en Young Justice #7 y #8, a una especie de road trip por una selección muy loca de las diferentes realidades del Multiverso que nos presentó hace años Grant Morrison. Esto da pie a una séptima entrega de la colección que es pura comedia y aventura (quiero decir, comparten escenas con el Capitán Zanahoria) y a una octava que bien puede dar para una nueva trama o quedarse en un par de números mientras Bendis prepara el terreno para la futura gran aventura de los jóvenes héroes.

Young Justice #8

Esto es así porque Young Justice #8 nos lleva de vuelta a Tierra 3, la realidad de la que salieran las versiones alternativas (y malignas) de los superhéroes durante los eventos de Maldad Eterna (sí, hablamos de 2014). Allí, como era de esperar, nuestros protagonistas se van a encontrar con sus contrapartidas perturbadas y va a ser en este mundo donde nos demuestren hasta qué punto son capaces de trabajar unidos para derrotar a un grupo de enemigos con su mismo nivel de poder, pero sin ninguna de sus cortapisas morales.

Lo digo y lo repito: Young Justice es una de las series a las que más atención hay que prestarle actualmente en DC. Ya sólo por la calidad de sus historias merece mucho la pena, pero es que, además, Bendis parece estar enterrando en ella multitud de pistas acerca del futuro que él planea para la editorial que le contrató, no lo olvidemos, por su capacidad para contar grandes historias que involucren a la plana mayor de los héroes que tiene en nómina.