Poco menos de dos años han pasado desde que ECC Ediciones publicara por primera vez El incidente Leviatán, una historia que leída en perspectiva y sacándola de su contexto editorial gana varios enteros. Muchas veces el timing de la novedad no permite disfrutar o valorar una obra como merece. La actualidad es exigente y los fallos y aciertos suelen destacar más -sean justos o injustos. Ahora, con El incidente Leviatán recogido en un tomo y sin el complemento que suponía Action Comics, podemos matizar algunas de nuestras impresiones originales.

«¿Le ha robado el coche a Batman? La amo«

Si bien es cierto que sigue faltando información al arrancar la aventura -entramos en ella en una suerte de in media res-, también lo es que salvo por ciertas alusiones a las circunstancias de Supergirl y de Superman, la historia puede seguirse con relativa facilidad. Los elementos básicos para que la aventura funcione están ahí. En este sentido, Brian Michael Bendis traslada la fórmula que aplicara a los eventos marvelitas al terreno deceíta y plantea una premisa sencilla, pero tremendamente efectiva: un misterioso personaje está acabando con todas las organizaciones secretas del mundo y un grupo encabezado por Lois Lane y Batman buscan desenmascararle. Poco más necesitamos saber a priori para sumergirnos en el relato.

El problema llega cuando ya metidos en harina descubrimos que «faltan» escenas. En su concepción, Bendis conectó muy íntimamente los sucesos de Leviatán con la cabecera Action Comics, con dos tramas que se desarrollaban en paralelo y que se retroalimentaban la una a la otra. La no inclusión de los capítulos supermaneros en este volumen hace que entre un episodio y otro notemos ciertos «saltos» en la narración y haya situaciones a las que aluden los personajes que nos resulten desconocidas. No es una carencia grave por lo dicho anteriormente, el guionista concibe un relato más o menos contenido en sí mismo que no requiere de (demasiados) tie-ins o lecturas añadidas; pero los vacíos sí que resultan algo molestos.

Más allá de eso, El incidente Leviatán es una lectura muy entretenida que da la oportunidad al autor de juguetear con los rincones oscuros de DC, hablando de política, espionaje y conspiraciones con un tono muy cinematográfico. Bendis se conoce todos los trucos y sabe mantener enganchado al lector en un whudonit adictivo y sorprendente al rescatar personajes del olvido y no solo devolviéndolos a la primera plana, sino que se atreve darles interesantes giros que los sacan de su zona de confort. Y Los Laine. ¿Será su Jessica Jones en DC Comics? Ojalá. El personaje se presta totalmente a ese tipo de aproximación y en cierta forma este cómic abre una puerta a explorar dichas posibilidades.

Esta recopilación mejora la edición previa en grapa al incluir Superman: Leviathan Rising #1, y un extracto de DC’s Year of the Villain Special #1 que ayudan a contextualizar; aunque, como siempre, se echa en falta algún texto de apoyo para redondear la edición.