La última aventura de Brian Michael Bendis al frente de Vengadores antes de diversificar su aportación en franquicias tan dispares como Patrulla-X o Guardianes de la Galaxia puso en jaque a los héroes más poderosos de La Tierra como pocas veces habíamos visto y solo el omnipresente Jonathan Hickman sería capaz de superar con sus Secret Wars. La era de Ultrón es la crónica de una derrota y sus consecuencias. Una derrota que impacta como pocas en los lectores, pues acontece en el presente Marvel del momento, no es una realidad alternativa. Y su desenlace pronto se revelaría trascendente para el devenir de unos acontecimientos globales que desembocarían en la muerte de La Tierra-616 y el nacimiento de La Tierra primordial (es decir, Bendis hizo aquí una definitoria aportación a la germinación de las Secret Wars hickmanianas).
«Dios bendito. Este lugar está peor que Nueva York«
Panini Cómics recopila en un volumen en tapa dura (dentro de su línea Marvel Must-Have) la miniserie completa de La era de Ultrón, así como unas páginas de la cabecera vengadora que en su día no se incluyeron en la edición en grapa y que sirven de terrorífico prólogo de la saga. Porque Los Vengadores: La era de Ultrón arranca pareciéndose más a un relato de terror que a uno de superhéroes. Ultrón, cual Skinet, ya ha ganado y los pocos supervivientes resisten como pueden ante las expeditivas máquinas del «hijo» de Hank Pym. Y al igual que en la saga Terminator, la única salida de los héroes es un plan desesperado que no tiene garantía de éxito, pero que de salir bien puede cambiar el futuro.
Bendis se conoce bien los dilemas y conflictos que surgen cuando se juega con la realidad viajando en el tiempo y explora desde una perspectiva tremendista el mal que puede provocar una teórica acción preventiva. El pasado es el que es y cambiarlo puede llevar a un mundo mejor o a otro aún más terrible. Podéis imaginar cuál es el camino elegido por el guionista, que da a su equipo de dibujantes (encabezado por Brian Hitch) la oportunidad de sorprender con diseños y personajes (que siempre es uno de los aspectos que más disfrutamos cuando nos sumergimos en una aventura de realidades alternativas). Pero La era de Ultrón, más allá de la acción trepidante y las batallas y destrucción a gran escala, tiene alma de evento de carácter reflexivo.
El peso de las decisiones y sus consecuencias son la base del relato. Una acción, un momento de duda o de lucidez pueden cambiar el rumbo de nuestras vidas de múltiples formas. El argumento está plagado de pequeñas decisiones que vistas con la suficiente perspectiva tienen unas consecuencias enormes. Desde desoír a los compañeros para embarcarse en una misión de rescate hasta permitir con la inacción un acto que sabes que está mal. Es evidente que ante tales conversaciones, uno de los personajes con más importancia en el relato es Hank Pym, cuya bienintencionada idea de crear una IA lo suficientemente avanzada como para permitir a la humanidad dar un salto cualitativo dio como resultado el nacimiento de Ultrón y todo el dolor causado por este. Pero no es el único. Tipos como Lobezno, que no tiende a ver más allá del corto-medio plazo cuando actúa; o gente como Iron Man, que razonan a una escala mucho más alargada en el tiempo; conforman los diferentes prismas que se confrontan en la aventura.
Bendis engancha a los lectores a través de sus protagonistas -no por nada el conflicto se resuelve sin que medie la violencia, sino conversando- a los que nos invita a comprender aún cuando sabemos que están equivocados y, sobre ellos, construye un escenario de grandes dimensiones. A su manera, el guionista de Cleveland se asemeja a un James Cameron o un Steven Spielberg, quienes saben que los mejores blockbuster y espectáculos se construyen a partir de la capacidad de emocionar de sus personajes.
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