David Harbour

David Harbour (‘Hellboy’): «Si queremos ser una sociedad unida no podemos diferenciar lo raro, y creo que Hellboy representa eso»

David Harbour asume el doble reto de distanciarse de Jim Hopper (su personaje en Stranger Things) y de hacer olvidar a Ron Perlman en la nueva adaptación de Hellboy que dirige Neil Marshall. El actor se siente cómodo interpretando al icónico personaje creado por Mike Mignola, un monstruo que no escapa a la tragedia y con mucho corazón. En esta entrevista Harbour nos habla tanto de su preparación para interpretar a Hellboy como de su opinión acerca del monstruo como concepto en la sociedad.

 

David Harbour

 

Pregunta: ¿Qué fue más difícil? ¿Meterse en la piel o en la mente de Hellboy?
Respuesta: Creo que fue el cuerpo. La mente fue algo que disfruté mucho porque me gustaba meterme en esa psicología, pero lo verdaderamente difícil fue el cuerpo. Tenía viñetas del cómic y tenía que trabajar a partir de ellas, me sentía como un bailarín de ballet porque tenía muchas poses. Además el maquillaje, los cuernos y las prótesis convertían a esto en algo mucho más complicado y tenía que dejar de ser humano. Era muy incómodo, era como estar dentro de un ataúd, pero especialemente difícil fue la cara porque tenía que expresar todo con ella. No creo que haga nada igual en la vida.

 

P: ¿Cómo te preparaste el personaje? ¿Leíste los cómics? ¿Hablaste con Mike Mignola?
R: Sí, leí todos los tebeos y de ahí saqué la forma de expresarme, de moverme… Ya después hablé con Mignola sobre su inspiración para el tebeo y fue verdaderamente revelador cuando me dijo que se había inspirado en su padre para hacer este personaje. Cuidé mucho lo que el personaje decía de él porque me hizo sentir que Hellboy era muy importante para él. Me di cuenta de que el éxito estaba en el corazón que Mike había puesto al escribirlo, por eso ha funcionado tan bien. Es muy bonito pensar que Mignola es a la vez el padre de este personaje y poder hablar con él antes de intepretarlo; si tú interpretas Hamlet es imposible saber que se le pasó a Shakespeare por la cabeza al escribirlo; es muy guay hablar con una persona tan inteligente como Mike antes de interpretar a Hellboy porque puedo entenderle.

 

Neil Marshall y David Harbour

 

P: Me gustaría hablar del monstruo como concepto porque hay quienes lo entienden desde el terror o de la tragedia, Guillermo del Toro, por ejemplo, lo aborda desde una visión esperanzada ¿Como lo ves tú y cómo se relaciona con la sociedad de hoy?
R: Es una idea interesante, pero si te das cuenta en una sociedad que sabe que los monstruoso no existe, cuando alguien hace horrible se le da este calificativo para diferenciarle de los demás y sentirnos superiores. Y creo que eso no es correcto porque todos tenemos características y acciones que pueden transformarnos en estos monstruos, al igual que podemos hacer cosas maravillosas. Creo que la idea del monstruo puede ser problemática porque puede resultar exclusiva cuando se tratan temas como la salud mental o ciertos impulsos que nos alejan de la idea de humanidad, porque es cuando lo vinculamos a estas ideas de monstruosidad. Si queremos ser una sociedad unida no podemos diferenciar lo raro, y creo que Hellboy representa un poco eso. Él no entiende el amor humano y actúa con ira, pero no por ello es monstruoso y hemos de ser inclusivos con todo tipo de personalidad y no verles como algo malvado.

 

P: ¿Cómo habéis trabajado con los referentes, tanto los tebeos, como las películas de Guillermo del Toro, para encontrar un tono propio?
R: Lo más importante era diferenciarnos de las versiones de Guillermo del Toro, que crearon un universo muy personal y poderoso; nosotros queríamos algo mucho más oscuro y poderoso que se acercara más a la estética y colimetría de los cómics; también queríamos acercarnos a la soledad del personaje que era algo que me gustaba mucho. Sí, estaba claro que teníamos que hacer algo diferente pero siempre asociándolo a esa identidad compleja del personaje y por eso optamos por la historia con su familia, sobre todo con su padre y esto es lo que diferencia a la película de los cómics. Es verdaderamente triste entender por qué lucha para los humanos y no para los demonios y es, precisamente, porque poco a poco va entendiendo que lo que une al ser humano es el amor. En el mundo de los monstruos no tienen ese apego, pero empieza a entenderlo en el momento que se enamora de Mila, pero nunca va a poder explorar su sexualidad debido a la monstruosidad a la que pertenece y eso es una verdadera tragedia. Este punto de vista es novedoso y aporta algo distinto al universo, mucho más fresco.

 

P: Hellboy es como una película de superhéroes dirigida por Cónan el bárbaro, ¿cómo fue trabajar con Neil Marshall?
R: (Ríe) Realmente no es Conan el bárbaro, es una persona muy dulce e introvertida, incluso silenciosa a la que le entusiasmaba la idea de la brutalidad, y eso era muy divertido. Pudo crear un mundo que es brutal y monstruoso donde se va más allá Frankenstein, la Cosa del Pantano… que son personajes que adoro, pero estoy muy agradecido de haber podido interpretar a una criatura tan singular. Lo bueno de un director con tanto corazón como Marshall es que hace que las películas de monstruos se acerquen a la gente.

 

David Harbour

 

P: ¿Ves similitudes entre Hellboy y Jim Hopper de Stranger Things?
R: Hay muchas similitudes, sí. Ambos no dejan de ser niños. Hopper, al final de la primera temporada, era alcohólico, tomaba pastillas… y en su arco vemos un proceso de madurez que se acentúa en la segunda temporada cuando tiene que ser padre. Hellboy tiene esa inocencia interrumpida de niño que tiene que ser adulto antes de tiempo.

 

P: ¿Cómo fue el trabajo con Don Saladinno para la preparación física?
R: El cuerpo no es mi cuerpo, es un traje. El trabajo requiere un gran esfuerzo y notas como tu cuerpo cambia y se activa cuando realizas este tipo de actividad. Es un trabajo muy intenso pero que varía mucho dependiendo del actor. Aunque yo funciono de otra forma, no me gusta esos actores que se obsesionan tanto con su cuerpo cuando tienen que someterse a cambios físicos porque deriva en narcisismo. Me gusta mi cuerpo, aunque esté un poco gordo y quiero trasmitir eso, que la gente se quiera tal y como es; quiero vivir en un mundo en el que no se me exija ser perfecto, de hecho me atrae la gente que es imperfecta. Don es muy riguroso pero yo estoy también contento de haber podido hacer este cambio a mi manera y sin obsesionarme con ninguna idea estética.

 

Traducción: Alex Manzano

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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