El cine español en muchas ocasiones ha sido reacio ha contar parte de su historia más reciente o aquellos hechos que cambiaron parte de su historia. Bueno, ha sido reacio en cuanto a temas que no tienen que ver con la Guerra Civil, de la que tenemos infinidad de películas. Pero otros temas, como ETA, no han sido tratados tanto como se cree. Si que hay películas y series que tratan el tema de la banda terrorista, pero creo que nunca se ha contado un hecho verídico como el inicio de lo que se conoció como ETA y su primer asesinato político. Lo bueno es que en España nos hemos dado cuenta ya de como contar las cosas, que es lo que queremos contar y como, no metiendo a batiburrillo una crítica a algo o dotar de ningún alma a los personajes que nos acompañan. Y es que La línea invisible es una serie realmente magnífica, no solo por tratar un tema tan importante como el nacimiento de ETA, sino como trata a cada uno de sus personajes dotándoles de alma, de propósito y de una humanidad que pocas veces se ha visto. Porque ETA no empezó como una banda asesina, sino que era una banda revolucionaría, pero todo eso cambió cuando decidieron apretar el gatillo.

Es curioso como el título cobra sentido a medida que avanzan los seis capítulos de los que consta la serie. La línea invisible de la que se habla no es otra que la de matar, esa línea en la que todo cambia, todo se desmorona y echamos por tierra todo aquello por lo que luchábamos. ETA empezó siendo una banda reivindicativa que quería la libertad del País Vasco en una época complicada como fue el franquismo. Pero de lanzar “petardos” a matar a sangre fría hay un paso. Y ETA lo sobrepasó. Pero La línea invisible no quiere que veamos esto como una mera ficción histórica, quiere que veamos como los primeros etarras no eran aquellos que después destrozaron España y que hicieron que salir a la calle fuera algo tan terrorífico. Igual que cuando pase la pandemia que tenemos encima. La línea invisible quiere que veamos a esa gente como personas normales, humanas al fin y al cabo que, con el ansia de querer ser alguien, de dejar huella hicieron aquello que se negaban. La serie te deja ver que todos los que comenzaron esto tenían miedo a todo, que no querían matar, hasta que una persona externa les metió en la cabeza que si querían conseguir algo debían matar. Es más, hay un punto en la serie donde la vida deja a nuestros personajes tan desprotegidos de todo que es cuando nos damos cuenta de que esto que sucedió podría habernos sucedido a cualquiera. A cualquiera que su vida no fuera lo suficientemente buena.

Y eso lo hace a través de un ritmo y unos personajes que realmente pasan la pantalla y terminan metiéndose dentro de ti. Es cierto que quizás la serie podría haberse contado en una película, pero hacerla en formato serie deja más espacio a la creación del personaje, a que nosotros terminemos entendiendo cosas y que aquellos personajes secundarios que tienen una trama importante dentro de la cinta para reflejar el horror del terrorismo nos hagan ver que esto jamás está justificado. Ese ritmo tan tranquilo, pero a la vez rápido hace que la serie gane enteros. Y también de unos personajes que están construidos e interpretados de manera maravillosa. Desde Àlex Monner siendo el protagonista total de la historia y que sabe llevar perfectamente las riendas. Si en algún momento se le caen hay está Antonio de la Torre dando el contrapunto y dotando a su personaje de una rabia realmente terrorífica con solo hablar o mirar. Enric Auquer está soberbio, al igual que Patrick Criado. Todo suma y nada resta. Mariano Barroso, presidente de nuestra Academia de cine, se encarga de supervisar los guiones y dirigir todos los episodios que componen la serie y lo hace de manera soberbia.

La línea invisible es otra de las grandes series que lanza Movistar+ en los últimos años. Llevan haciendo las cosas bien y dotando a sus artistas de la libertad necesaria para sacarla adelante. La línea invisible puede estar entre lo mejor de su catálogo, contando una historia pocas veces contada y que sabe tratar tanto el tema como a los personajes dándoles el tiempo necesario para su desarrollo. Es una serie que cala y que marcará, seguramente, a mucha gente.