Norma Editorial publica el manga Frieren, de Kanehito Yamada (guion) y Tsukasa Abe (dibujo), una original historia que narra el día después de una gran aventura. Lejos de optar por los cauces convencionales y relatar un épico drama en el que un grupo de héroes acaba con el mal que asola su mundo, Frieren posa la vista en el escenario de paz que sigue a las vivencias que forjan las leyendas futuras.

«Me duele que haya acabado así«

Lo hace, además, a través de la perspectiva del miembro más inusual del grupo de héroes, una maga elfa llamada Frieren. ¿Y por qué es la guerrera más inusual del grupo? Precisamente por ser una elfa, condición que hace que su esperanza de vida sea infinitamente mayor que la de sus compañeros de armas. ¿Esto en qué se traduce? En que lo que para unos es una aventura capaz de cambiar el destino de sus vidas, para ella no es sino una nota al pie en su extensísima colección de experiencias.

Así, desde el principio Frieren muestra lo particular de su punto de vista. Por un lado, estamos ante una obra que explora el escenario de paz que surge tras el tiempo de las grandes batallas. Por otro, su protagonista es alguien con una noción del tiempo y la mortalidad muy diferente a la que puede tener cualquiera de nosotros, efímeros humanos.

En este primer volumen asistimos a muchas despedidas, algunas presentaciones y el inicio de un largo viaje en busca de recuerdos pasados. Con cierto aire melancólico, Frieren parece querer explorar temas como la mortalidad, el legado o el valor de los recuerdos y la experiencia desde un prisma bastante costumbrista, aunque sin olvidar nunca que se mueve en un escenario de corte fantástico. Es un primer tomo que -como es de esperar- está enfocado a presentar personajes y sus líneas maestras, pero desde el comienzo muestra unos cimientos fuertes y atractivos. ¿Se mantendrá a la altura? No hay motivos para pensar lo contrario.