«¡Lo veo con mis propios ojos, y sigo sin creérmelo!«

¡Madre mía! He terminado de leer la doble entrega de El Inmortal Hulk que Panini nos ha preparado para septiembre, he abierto el procesador de textos y… ¡sólo me sale un ‘Madre mía’!

Al Ewing está decidido a dinamitar cualquier idea preconcebida con la que nos podamos acercar a sus cómics. El mes pasado nos desveló que Xemnu ejercía algún tipo de control mental sobre Hulk y nos esperábamos una suerte de batalla lejos del plano físico. Sin embargo, con los que nos encontramos en El Inmortal Hulk #21 (#96) es con un Banner desquiciado que ‘logra’ cortar su vínculo con su alter ego, convencido como está de no ser más que el terrorista que el villano le ha hecho creer que es. Obviamente la cosa no quedará ahí (otro enemigo más que infravalora el verdadero poder del piel verde), pero le sirve a Ewing para darle a la colección un giro de ciento ochenta grados que obliga al lector a replantearse hacia dónde se va a dirigir la misma a partir de ahora.

Porque digámoslo a las claras: en el fondo estábamos deseando ver los planes del Hulk diablo prosperar y ahora que parecen tambalearse, lejos de sentirnos decepcionados, nos hemos quedado desorientados y sin saber por dónde nos llegará el siguiente golpe del genio al frente de esta colección.

«Los negocios exigen ganadores y perdedores, Sr. Agger«

Completa el primero de los dos cómics de este mes un one-shot (de varios que nos van a llegar próximamente) que escribe el bueno de Tom Taylor (Patrulla-X Roja, Injustice: Gods Among Us) y dibuja Jorge Molina. En él viajamos a un momento del pasado en el que Peter Parker recibe la capacidad de convertirse en Hulk, despojando a Banner de sus poderes. Se trata de una aventura entretenida que, sin embargo, no guarda ningún tipo de relación con lo que estamos leyendo actualmente. Pese a todo, leerla ahora, cuando las diferentes personalidades de Bruce comienzan a dejar de trabajar en equipo, me hace pensar en lo sólo que se va a quedar el desequilibrado científico en los paisajes de su mente.

El Inmortal Hulk #22 (#97)

Y es que precisamente a su mente es a donde viajamos en El Inmortal Hulk #22 (#97), un cómic que parte de la brutal revelación con que Ewing y Bennett cierran el anterior número y que pone fin a la trama que hemos estado leyendo estos últimos meses. A la mente de Banner y al paisaje que comparten los diferentes Hulks que conocemos (y los que nos quedan por conocer). Para este viaje metafísico Ewing se pone en manos de Nick Pitarra, que nos ofrece un aspecto gráfico que raya lo infantil y que choca frontalmente con lo horrendo de las imágenes que Joe Bennett nos está lanzando a la cara es estos últimos suspiros de la historia. Poco más puedo contar sin desvelaros detalles importantes, sólo diré que hay un personaje que ha estado últimamente más activo de lo que yo me esperaba de él y que la última página de esta entrega (¡¡!nuevo giro inesperado!!) deja claro que mis sospechas tenían fundamento. Ewing sabe muy bien lo que se hace y no está dando ninguna puntada sin hilo. Dos años ya al frente de la colección y El Inmortal Hulk no da muestras de agotarse… ¡Madre mía!